Lucena, ejemplo de una plaza de tercera.

Un golpe sobre la mesa sin mano. Una auténtica lección de toreo sin capote. La contundente apuesta por la Fiesta Nacional en la Perla de Sefarad, ahora convertida en Perla de la Tauromaquia esta temporada, da mucho de qué hablar entre la afición que no cesa de expresar su evidente hartazgo de tanta payasería y circo falso y barato. Cartel único e inigualable el de Lucena. Rebusque donde se rebusque en dicha combinación, no hay pega alguna que objetar.

Tarde de sevillanía, pellizco andaluz, torería desde la mazorca del pitón, bravura desde los caireles de los alamares. El próximo 5 de septiembre, el orbe taurino a nivel nacional tiene una cita apuntada en la agenda del buen torear. Y aquel que dijo que ya vale la entrada con ver al Faraón hacer el paseíllo o desplegar su percalillo, será el aficionao’ con más razón  cuando se abra la puerta de cuadrillas del Coso de los Donceles lucentino, si Dios y María Santísima así lo quieren, y las circunstancias pandémicas lo permiten.

Y habrá leído usted, estimado seguidor del espectáculo taurino, que este cartelazo solamente se dará esta temporada en tres cosos: dos de ellos, de primera categoría (Sevilla y Málaga). Pero seamos sensatos. Sin toro poco espectáculo hay para paladear. Señores empresarios gestores de tales joyas en forma de plaza de toros: no arruinen la preciosísima ocasión de entrar al tendido con la ilusión de un chiquillo y respirando el humo del buen puro que augura tarde grande, y posteriormente salir de él toreando con la almohadilla por la calle. Va descifrando uno el cartel espada por espada con una sonrisa en la cara, hasta que llega al momento de la ganadería. Hartos estamos ya del toro… perdón… burro, facilón, «acarretonao» y comercial, que forra a la dehesa y arruina al respetable. ¡Juan Pedro Domecq, a las becerradas carnavaleras!

Es por ello que Murube ya de por sí remata como es debido dicha terna. Podrá salir buena o mala. Pero no se engaña a la afición. Y por ahí se empieza trabajando en un cartel. Dicho esto, le espero en los asientos de Lucena en unas semanas, Dios mediante. Hay que responder a este ejemplo de una plaza de tercera.

Artículo de Romero Salas

Autor del blog taurino «Brindis al tendío»

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