MARIO SOTOS TRIUNFA JUNTO A UN TORO DE MILLARES, EN CONTROVERTIDO CONCURSO DE GANADERÍAS

El Jurado falla a favor del toro de Prieto de la Cal ante el clamor del respetable que pedían el premio para el toro de Millares. Rafaelillo, sin suerte en el lote y tarde de compromiso de Curro Díaz

Plaza de Toros de Valverde del Camino, corrida concurso de ganaderías, con tres cuartos de entrada en los tendidos, se lidian toros de distintas ganaderías, muy bien presentados, 1º Prieto de la Cal, encastado, sin poder en la muleta; 2º Villamarta, encastado y de buen juego; 3º Millares, excelente toro premiado con la vuelta al ruedo; 4º Pereda, manso y venido a menos; 5º Albarreal, orientado con peligro; 6º Chamaco, manso y parado, para los diestros,

Rafaelillo, de turquesa y oro: estocada y descabello, ovación; estocada, ovación.

Curro Díaz, de azul marino y oro: pinchazo y estocada defectuosa, oreja; dos pinchazos y estocada, ovación

Mario Sotos, de blanco y oro: estocada, dos orejas; estocada y tres descabellos, ovación.

Crónica de Carlos Arroyo

El controvertido fallo del jurado en la elección del toro ganador de la Concurso de ganaderías empaña de forma somera un espectáculo entretenido y con interés, con toros magníficamente presentados y toreros dispuestos a dar una buena tarde de toros. Y es que, el mejor toro que se lidió en la tarde de Valverde del Camino fue de la ganadería de Millares, que se entregó desde el comienzo de la lidia y embistió con calidad y codicia a los engaños. Bien es verdad que el toro de Prieto de la Cal tomó tres varas, pero es algo únicamente decisión del matador de toros, que en el caso de Rafaelillo fue generoso con el de Veragua, y no tanto Mario Sotos, que nos privó del tercer puyazo a un toro bravo de Millares, que seguro lo hubiera tomado. A partir de ahí, en la faena de muleta el de Millares tuvo profundidad, clase, humillación y bravura, siendo su juego mejor que el de Prieto de la Cal.

El de Millares se encontró con Mario Sotos, que le faltó oficio para cuajar del todo a un toro excelente, a la vez que con la exigencia del toro bravo. Dos series cadenciosas por el pitón izquierdo, y cuando acortó las distancias, bajo de nivel la faena. Se le conceden las dos orejas. En el sexto poco pudo hacer más que justificarse, ante un toro muy parado y sin celo de Chamaco, que además manseó rehuyendo de la pelea en todo momento.

El toreo lo puso Curro Díaz en el segundo de la tarde. Un toro de Villamarta encastado, que tomó dos varas con codicia, y que en la muleta tenía complicaciones. A base de temple lo mete en el canasto el torero, que nos dejó dos series de naturales de alto nivel artístico, lo mejor de la tarde. Una pena el fallo a espadas que deja el premio en una oreja, escaso bagaje ante una gran obra. Su segundo oponente le planteó numerosas dificultades. Un toro ofensivo de cara de Albarreal, que se orientó en el último tercio, y que incluso prendió al torero sin consecuencias. Una prenda sin un pase, al que Curro intentó sacarle faena exponiendo por encima de lo preciso. Tampoco lo mata de forma certera, quedando el veredicto en ovación.

Rafaelillo se llevó un lote complicado. Su primero, de Prieto de la Cal, llega al último tercio sin mucho poder, y con nobleza pero sin clase. Expone el torero, en una faena sin ligazón por las condiciones del toro. El cuarto de Pereda fue manso y se defendió en el último tercio, no permitiendo a Rafaelillo realizar una faena lucida.

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