Pablo Gómez Terrón y Huelva, Parte IV

La temporada de 1.965 la inicia Pablo en Huelva el 19 de marzo, actuando junto a Sussoni y Sebastián Palomo Linares, lidiando astados de Román Sorando. Y, una vez más, el arrojo del triguereño sirvió para calentar los tendidos. Tras lucirse con la capa, en su primero, llevó a cabo un trasteo valiente y dominador, sufriendo dos volteretas sin consecuencias. Mal matando, todo quedó en una ovación. Se desquitó en el otro, realizando una faena valentísima y, pese a no estar acertado con la espada, consiguió las dos orejas.

No volvió hasta los festejos colombinos, en los que estuvo anunciado en dos tardes. El 1 de agosto, con Jesús Abril y Manolo Sanlúcar y reses de Pepe Luis Vázquez, que no dieron buen juego. Pablo realizó un buen muleteo a su primero, logrando buenas series de redondos, dos al natural y adornos. Con el triunfo en las manos, dejó una estocada, logrando las dos orejas. Con el otro demasiado hizo que eludir las numerosas coladas y el peligro que tenía. Una semana más tarde alternó con José Luis Capillé y Francisco Rivera “Paquirri” para lidiar reses de Bernardino Píriz, que no ayudaron al triunfo. Pablo estuvo voluntarioso y con ganas de triunfar pero no encontró el material idóneo para ello y sus actuaciones fueron premiadas con fuertes ovaciones de los tendidos.

Su último festejo de la temporada en nuestra ciudad fue con ocasión de las fiestas de la Cinta, el 8 de septiembre, lidiando reses de María Luisa  Domínguez Pérez de Vargas junto a Antonio Muñoz “Batalla” y José Luis Capillé. El triguereño salió con muchas ganas de triunfar, recibiendo a su primero con una larga cambiada a porta gayola. Después, con valor y maestría, toreó muy bien al natural y en unos redondos largos y profundos. Pero, una vez más, falló en la suerte suprema y todo quedó en una vuelta al ruedo. En el otro se mostró desconfiado y no quiso ver a su oponente. La faena la realizó con el estoque de verdad y pronto se lo quitó de encima.

Y el paso de Pablo Gómez Terrón por la capital finalizó el 19 de mayo de 1.966, día en la que toreó por última vez actuando mano a mano con Pepe Luis Segura ante utreros de Joaquín García Valdecasas, que no dieron facilidades y mostraron mucho peligro. En esta ocasión, Pablo no estuvo bien, sino todo lo contrario, mostrándose desconfiado, haciendo olvidar su valentía y la tranquilidad de otras tardes. Cortó una oreja al primero de su lote pero, en general, no fue una tarde buena para el triguereño.

Así concluyó el paso de Pablo Gómez Terrón por la capital. Posteriormente, ya como matador, quiso actuar en la Monumental, no encontrando la oportunidad solicitada como tampoco tuvo fortuna en la reinauguración de La Merced para cuyos carteles se ofreció el torero pero la empresa no encontró un hueco.afición.

Aquí queda el recuerdo de un torero que, desde su debut en la plaza, siempre encontró la admiración de la afición onubense que vio como la falta de suerte, en forma de cornadas, le impidió haber alcanzado un puesto de gloria en la profesión taurina. Y, a pesar del tiempo transcurrido, muchos aficionados continúan recordando a Pablo Gómez Terrón.   

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