Hoy en Barcarrota, localidad extremeña, es la capital del toreo y gracias a un alcalde, defensor de la fiesta de los toros y con apenas tres mil habitantes y orgullosa de tener un coso del diecinueve pasado y de una toreria inmensa, donde la piedra es la hermosa apuesta de un acabado y de una belleza arquitectónica inigualable.
Dos promesas en ciernes o dos realidades en formas y realidades verdaderas, Juan Leal el sucesor de Castella, valiente auténtico y apuesta segura. Una y dos orejas justo premio al valiente parisino.
Ginés Marin es un torero de un corte serio y tanto, interpretando la cadencia de una izquierda de portento, este es uno que ocupará tardes de faroles en Sevilla y de beneficencia en la capital del reino, es la savia nueva de versiónes y eclosiónes. Hoy Ginés elaboró dos faenas donde la zurda ponderó con el esmero de siempre del jerezano extremeño, torea con el encanto del elegido, se figurón en ciernes oreja y oreja en ambos paralejos.
Otra alegría, ver torear con el capote al maestro Antonio Manuel Punta y con los palos a Agustin de Espartinas todo un regalo ver estos hombres de plata enarbolando la profesión de elegidos. Hasta mañana.
Crónica Alfonso Leandro