Toreros de ayer: Juan Luís Llanes “El Calañés”.

En la década de los 60 y como consecuencia de la celebración de numerosos festejos de promoción salieron muchos jóvenes con vocación torera que tuvieron sus oportunidades en el viejo coso de las colonias. Unos destacaron más que otros y tuvieron más ocasiones para actuar ante sus paisanos como fue el caso de Juan Luís Llanes “El Calañés”.

Su primera aparición en el coso capitalino se produjo el 5 de mayo de 1963 en un festejo en el que, se lidió una res de Concepción Candau por parte del rejoneador Manuel Baena y erales de José González para Diego Ortiz “Niño del Tercio”, Morenito de Huelva, Pepe Hernández, El Calañés y Manuel Dorado. El Calañés, elevó la tarde después de las actuaciones de sus compañeros. Lanceó con soltura y garbo mostrando valor pese a las diversas volteretas recibidas, especialmente durante su faena de muleta en la que apuntó cualidades por lo que cortó una oreja como premio a la ilusión puesta de manifiesto.

Este triunfo le sirvió para actuar en 23 de junio junto a Vicente Barroso y Jesús Sánchez “El Zurdo” con ganado de Pedro Luís García de Carranza. El Calañés lanceó muy de cerca saliendo con el traje roto de un pitonazo. Comenzó la faena de muleta con ayudados por alto para seguir con ambas manos sufriendo varios achuchones. Escuchó muchas palmas. En el otro, que saltó al callejón el Calañés lo toreó con gusto y especialmente mucha voluntad, sufriendo nuevas volteretas, afortunadamente sin consecuencias. Tras una estocada fue muy aplaudido.

Tardó un año en volver a la plaza y lo hizo el 7 de junio de 1964 actuando junto a Luís Escribano y Luís Tabuenca con reses de Gabriel García Sánchez. El lote que le correspondió a El Calañés sabía a latín, pero el torero supo defenderse y hasta componer la figura con elegancia. Con la muleta sacó pases muy interesantes entre el entusiasmo del público que al acabar de estocada le premió con una oreja. En el otro, que nunca se paró trató de sujetarlo con voluntad y solo pudo lucirse en los estatuarios de inicio para después exponer mucho y no poder sacar partido por las condiciones de su oponente. Fue muy aplaudido y sacado a hombros por la puerta grande.

Retornó días después, el 29 de junio en un festejo pasado por agua en el que actuó Juan Benjumea y Pedro Quintero “El Gallero” con reses de Juan del Cid Calonge. Juan Luís Llanes se ganó las primeras ovaciones al recibir de rodillas a su primero y la música le acompañó en la larga faena de muleta en la que destacaron unos naturales suaves y toreros en una faena honda y valerosa. Cortó una oreja y dio dos vueltas al ruedo. En el otro, maso, huidizo y tirando cornada, lo aliñó y mató con prontitud y arrojo siendo ovacionado.

El triunfo le valió el tercer paseíllo de la temporada el 26 de julio de 1964 en un festejo en el que actuó con Vicente Barroso y Manolo Sanlucar en la lidia de novillos de Juan del Cid Calonge. En esta ocasión El Calañés no estuvo muy afortunado y desperdició una oportunidad ante su primero, el mejor del festejo y para colmo estuvo mal con los estoques. Mejoró en el otro realizando una excelente faena pero que no tuvo refrendo a la hora de matar y todo quedó en unos aplausos.

Luego vino un largo parón hasta el día de reyes de 1966 en el que actuó en un festival junto a José Luís Caetano, José Luís Segura, José Luís Capillé, Jesús Abril e Isaías González con reses de Guardiola Domínguez, Litri y Clemente Tassara. El Calañés gustó mucho por su toreo valeroso y demostrando estar preparado para enemigos de mayor presencia. Toreó muy cerca a su oponente con un toreo generoso, tranquilo y reposado con pases de mucha valía de pie y de rodillas. Mató de una estocada y fue premiado con las dos orejas.

Nueva parada hasta el 6 de agosto de 1967, en el último festejo de las colombinas con reses de García Fernández Palacio actuando con Antonio Muñoz Batalla y Curro Camacho. El Calañés demostró su valor y su clase torera. Lanceó con brillantez y se lucieron en un quite por gaoneras. El animal ofrece pocas posibilidades de lucimiento y el torero lo lidia junto a las tablas en un breve trastero que fue muy aplaudido. En el otro, el animal quedó muy parado tras su encuentro con el caballo defendiéndose en la muleta por lo que El Calañés se lo quitó de encima pronto de media y un descabello siendo de nuevo aplaudido.

Esta fue la carrera de Juan Luís Llanes “El Calañés” en la plaza onubense en la que dejó buenos momentos de su calidad taurina y de su valor.

Artículo de opinión de Vicente Parra Roldán.

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