TOREROS DE AYER: LÁZARO GALLEGO “EL NINI” (I)

Fue un fenómeno taurino de la época en la que hizo ganar mucho dinero a los empresarios que, en esos años, llevaron las plazas de Huelva por cuanto cada vez que se anunciaba el lleno estaba asegurado, de tal manera que en nuestra ciudad se decía que la plaza de toros los únicos que la llenaban era El Litri y él, Lázaro Gallego “El Nini”.

Fue un hombre que llevó una vida marginal y que supo disfrutarla, con sus extravagancias y con sus buenas acciones, que se ganó el aprecio del público y que pudo haberse puesto rico pero, como ocurre tantas veces, murió pobre e ignorado después de que, a su alrededor, hubiera circulado el dinero que a él nunca le legaba y, por ello, tenía que seguir ganándose la vida con sus rifas.

Nacido en el Barrio de San Sebastián, se aficionó a los toros y quiso torear, algo que logró el 17 de julio de 1.958, fecha en la que hizo el paseíllo junto a Julio Molina para lidiar erales de Gerardo Ortega en la parte seria de un espectáculo taurino Torre del Oro. En su debut, Lázaro le cortó las dos orejas a su oponente y paseó en varias  ocasiones el ruedo para agradecer las ovaciones del público que quedó sorprendido con su actuación.

Pese al éxito artístico y económico, El Nini no volvió a actuar hasta el 4 de agosto de 1.960 en la parte seria del espectáculo de El Empastre. En esta ocasión, no tuvo fortuna pues recibió un varetazo en la cabeza que le produjo una fuerte contusión, siendo trasladado a la enfermería, de la que salió tras que El Niño del Tercio acabase con el animal. El Nini fue muy ovacionado y, al finalizar el festejo, unos entusiastas le sacaron a hombros por la puerta grande.

Lleno hasta la bandera en la noche del 15 de julio de 1.961, Con el eral de Gerardo Ortega, El Nini hizo gala de su temerario valor y con temerarios desplantes, recibiendo varios revolcones. Fue premiado con una oreja.

La empresa se dio cuenta de la mina de oro que era El Nini y volvió a anunciarlo el 19 de agosto en el espectáculo El Empastre. En la parte seria, El Nini y Manuel Benítez El Peti. En esta ocasión, Lázaro hizo gala de sus detalles que fueron jaleados por los tendidos en los dos erales que lidió por cogida de El Peti. También El Nini pasó a la enfermería pero no se le apreció lesión alguna.

Hubo un largo parón en la presencia del bueno de Lázaro ante su público, teniendo que esperar hasta el 22 de agosto de 1.965, fecha en la que volvió a llenar la plaza. En el espectáculo La sevillana, Lázaro empezó su actuación desgajando una piña de plátanos en clara alusión a El Platanito, torero que llamaba la atención d ellos aficionados . Quiso lucirse con un eral muy bravo para terminar haciendo su peculiar toreo, por lo que fue premiado con dos orejas.

El triunfo le valió para repetir una semana después dentro del espectáculo El Empastre. Lázaro lidió un eral de Juan del Cid Calonge al que toreó con sus genialidades. Como mató rápido y bien, se le concedieron las orejas.

Lleno absoluto en los tendidos el día 26 de junio de 1966 para ver actuar juntos a El Nini y El Platanito en una novillada en la que también torearon Curro Villegas y El Jaime. El onubense cortaría tres apéndices después de realizar dos faenas con su peculiar estilo, poniendo de manifiesto su valor como cuando banderilleó a su primero o inició la faena sentado en una silla.

El 17 de julio repitieron ambos toreros junto a la rejoneadora Pepita Ríos para lidiar erales de Eloy Jiménez Prieto con otro lleno en los tendidos. Lázaro le cortó una oreja a su primero y muy aplaudido en el otro después de haber satisfecho los deseos de los espectadores con su peculiar forma de torear.

El tercer paseíllo de la temporada lo hizo el 13 de agosto dentro del espectáculo de El Bombero Torero. En esta ocasión, El Nini se lució con el capote y con la franela en una larga faena que fue premiada con las dos orejas.

Se repitió el cartel anterior en la tarde del 16 de julio de 1.967. y de nuevo cortó las dos orejas tras otra de sus actuaciones entre las ovaciones de sus fieles seguidores que gozaron con su toreo y sus genialidades.

La décima y última actuación en el añejo coso onubense tuvo lugar el 28 de abril de 1.968 y de nuevo con el espectáculo de El Bombero. Nuevo lleno en los tendidos y nueva actuación triunfal de Lázaro, logrando cortar las orejas.

En suma, El Nini había logrado actuar en diez ocasiones en su tierra – además de hacerlo en algunos otros pueblos de la provincia y, en pocas ocasiones, fuera de nuestras fronteras – porque había sabido ganarse el afecto y la admiración de la afición que compartió muchos momentos felices con las genialidades del torero del Barrio de San Sebastián.

En otro capítulo analizaremos su paso por la Plaza Monumental, cuyos tendidos llenó en varias ocasiones de un público atraído por su toreo.

Artículo de Vicente Parra Roldán.

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