Toreros de ayer: Manuel Morales «Quitin», Parte (I).

Torero onubense de los años 50 y que, al no tener muchas oportunidades de triunfo, decidió cambiar de categoría y fue uno de los mejores subalternos de los años 60 y 70 en los que actuó con muchos toreros onubenses a los que ayudó y prestó sus servicios.

De la primera actuación en el coso onubense de la que tenemos noticias es del día 31 de enero de 1954 en un festival en el que se lidiaron reses de Fermín Bohórquez por parte de Joselito Romero, Rafael Carbonell, Juan Pérez Recio, Pepe Gálvez, Paco García Vázquez y Quitín. A las adversas condiciones del ganado hay que unir la inexperiencia del joven debutante que no terminó de llegar a los aficionados a pesar de sus intentos por agradar.

Manuel Morales estuvo un largo período sin pisar el albero onubense y hubo que aguardar hasta el 5 de agosto de 1956 cuando hizo de nuevo el paseíllo junto a Antonio Molina Periáñez y Juanito Vázquez para lidiar reses de Tomás Prieto de la Cal. Quitín hizo una buena faena muleteril a su primero al que le pudo cortar una oreja, pero falló con los aceros. Cuando lidiaba su segundo, al ajustarse al dar una toral salió enganchado y al caerse se lastimó la mano derecha. Volvió a torear al natural y de nuevo fue volteado y, ante el dolor, tuvo que dejar que fuese Molina Periáñez quien matase al animal mientras se aplaudió con ganas a Quitín.

Esta buena actuación le sirvió para repetir el día 19 de agosto con los mismos compañeros y con la misma ganadería. En esta ocasión Quitín mantuvo el buen ambiente de su anterior actuación, mostrándose muy valiente en la faena de muleta a su primero del que no recibió premio por fallar con los aceros. En el otro se superó en una gran faena a base de derechazos y naturales matando de una buena estocada y dos descabellos por lo que le fue concedido un trofeo y salió a hombros por la puerta grande.

Tuvo una nueva oportunidad el 21 de octubre en un festival en el que intervinieron Julio Aparicio, Miguel Báez Litri, Antonio Ordoñez, Raúl Ochoa Rovira y José Ramón Tirado con novillos del Marqués de Villagodio. Quitín toreó muy bien con el capote y realizó una faena de muleta muy valiente. Y aunque no estuvo muy acertado con la espada fue premiado con una oreja y sacado a hombros por sus innumerables partidarios.

El 2 de junio de 1957 participó en un festejo en el que se lidiaron cuatro novillos de Manuel e Idelfonso Marañón y otros tantos de Gerardo Ortega Sánchez por parte de Antonio Cobo, Antonio Álvarez de Lara, Quitín y Manuel Ceada Vázquez. Su primero, un animal de feo estilo, incierto y corretón le permitió hacer una faena con buenos redondos pero que no pudo culminar con la espada por las condiciones de su oponente. Fue aplaudido. Mejoró su actuación en el otro toro, muy cornalón al que muleteó con pases de diferentes marcas acompañado por la música. Mejoró con la espada y cortó una oreja además de salir a hombros.

El 20 de junio fue una tarde importante para Quitín pues debutó con los del Castoreño. Se lidiaron utreros de José Rufino Moreno Santa María y con el onubense hicieron el paseíllo José Trincheira y Curro Romero. Quitín toreó a su primero con muchos nervios resultando trompicado sin consecuencias. El animal se le coló y acusó peligro por lo que se lo quitó de encima de cuatro pinchazos y una entera. Superó esa contrariedad en el que cerró plaza y buscó el triunfo con arrestos y decisión cortando una oreja y siendo paseado a hombros.

Artículo de Vicente Parra Roldán

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