Pese a su juventud, Manuel Sampedro “El Piri” fue uno d ellos pocos diestros onubenses que tuvieron la posibilidad de actuar en festejos en la añeja plaza de Las Colonias y en la Monumental, además de haber sido uno de los pocos toreros de la tierra que tuvieron cartel fuera de nuestros límites provinciales y, de manera especial, en tierras catalanas, donde sumó un importante número de festejos, en los que cosechó grandes triunfos.
Siguió el camino abierto por su hermano Paquili y debutó ante sus paisanos el 8 de septiembre de 1.967 en un festejo en el que también tomaron parte Alfredo Fernández, Antonio Alonso “Nené”, Manuel Rodríguez “El Palermo”, Paquito santos “El Mono” y Manuel Díaz “Cascarilla” con erales de Fuentespino. El Piri sorprendió a los tendidos con su torero con ambas manos, por lo que al matar bien, obtuvo las dos orejas que paseó por el ruedo mientras recogió numerosos puros que le tiraban los espectadores.
Pronto pisó la arena de la Monumental. Fue en un festival benéfico celebrado el 15 de diciembre de 1.968 en el que alternó con Santi Ortiz, Paco Torres, Paco Pirfo, Pepe Muriel y Paquito Alcántara en la lidia de erales de Clemente Tassara. De nuevo cortó dos orejas tras otra excelente actuación en la que puso de manifiesto sus cualidades taurinas y sus ganas de triunfar.
En la campaña de 1.969 actuó en tres ocasiones en el desaparecido coso del recinto Colombino. La primera fue el 27 de abril e hicieron el paseíllo El Nini, Molina Romero, Antonio Infantes “Alín” y Roberto Piles para lidiar erales de Hermanos González Lucas. El triunfador del festejo fue El Piri que cuajó una gran tarde, revelándose como una auténtica promesa al torear con el capote y la muleta instrumentando pases de todas las marcas entre el delirio de los tendidos. Al acertar a matar, le fueron otorgadas las dos orejas de su oponente, cuya muerte había brindado a un hijo del empresario Dominguín, que se hizo cargo de su apoderamiento con la idea de un lanzamiento a nivel nacional.
Una semana más tarde, concretamente el 4 de mayo, nueva comparecencia .junto al Nini, Alín, El Niño de Los Amarillos y Pedro González, con erales de Hermanos González Lucas. El Piri volvió a entusiasmar al público con su toreo pero, sin embargo, no estuvo afortunado con los aceros, por lo que fue doblemente avisado. Pese a ello, el público le reconoció su labor y le premió con una fortísima ovación que le obligó a pasear el anillo.
La tercera actuación del año fue el 15 de mayo, haciéndolo junto a Nené y Roberto Domínguez con erales de Hermanos Zapatero. Al Piri le correspondió un lote muy malo y no pudo estar a la altura de anteriores actuaciones. No le perdió la cara a sus oponentes pese a las coladas y revolcones sufridas y siempre estuvo por encima, logrando matarlos bien, por lo que le fue concedida un apéndice al concluir con cada uno de sus erales.
El 21 de agosto de 1.971 actuó en una novillada homenaje a los equipos participantes en el Trofeo Colombino. Con utreros de José Luis Martín Berrocal hicieron el paseíllo Roberto Piles, José Luis Galloso y El Piri. Muy responsabilizado salió Manuel y, a su primero, que tuvo mucho peligro al embestir muy incierto, inició la faena rodillas en tierra pero el animal empezó a mostrar el peligro por lo que, a petición del público, se lo quitó de encima después de varios intentos. Con el otro, un jabonero, que demostró muy buenas cualidades, no estuvo a la altura de las condiciones del animal, al que mató después de varios intentos, Una ovación le acompañó al acabar con su lote.
Y esta fue la trayectoria de Manuel Sampedro “El Piri” por las dos plazas de la capital que le vio nacer. En la memoria de los buenos aficionados quedan las cualidades taurinas de este gran torero que no tuvo la fortuna necesaria para triunfar en el intrincado mundo taurino, al que, pese a los años transcurridos, sigue ligado y es una delicia verle torear en los tentaderos que hace su compadre el ganadero José Luis Pereda García.
Artículo de Vicente Parra Roldán.
