Toreros de ayer: Rafael Carbonell, Parte (III)

Su primera actuación en la plaza de su tierra en la temporada de 1954 fue el 31 de enero en un festival en el que se lidiaron reses de Fermín Bohórquez por parte de Joselito Romero, Rafael Carbonell, Juan Pérez Recio, Pepe Gálvez, Paco García Vázquez y Manuel Morales Quitín. Rafael resultó con contusiones y erosiones en la rodilla derecha, calificada de pronóstico leve y que se produjeron durante la lidia de su estado que fue rematado por Joselito Romero.

Su siguiente actuación fue el 27 de mayo. Actuando junto a Antonio Cobo y Paco García Vázquez con novillos de Soto de la Fuente. Rafael veroniqueó con su habilidad y temple a sus dos enemigos a los que hizo faenas variadas con espléndidos derechazos y naturales largos y mandones, así como adornos, todo ello ejecutado con facilidad y gracia. Una oreja en su primero y dos en el otro, saliendo a hombros.

Y llegamos a la trágica tarde del 17 de junio en la que hizo el paseíllo junto a Joselito Romero y Alejandro Arnos “El Venezolano” con reses de Dolores Martín Carmona. Cuando toreaba de capa sufrió dos aparatosos revolcones y al iniciar su faena de muleta, por redondos, en el primero de la tarde resultó cogido aparatosamente. La plaza quedó impresionada presintiendo la gravedad del percance. En la enfermería fue asistido por una herida en el vértice del Triángulo de Scarpa derecho, con trayectoria ascendente por debajo del paquete vascular, con sección de la vena femoral, y con un trayecto ascendente por debajo del arco anal derecho, poniendo al descubierto la boca externa, siguiendo el trayecto ascendente por debajo de la cresta ilíaca, despegando el peritoneo posterior. Hematocele de pecho, hemorragia interna y shock traumático, pronóstico gravísimo. El infortunado diestro dejaría de existir poco después en la misma enfermería de la plaza de toros.

La noticia conmocionó a la ciudad que vivió unas horas trágicas hasta su sepultura que constituyó una auténtica manifestación de duelo que recorrió toda la ciudad desde la casa natal, en la Barriada de Viaplana hasta el Centro antes de continuar hasta el cementerio. Miles de personas le acompañaron mientras la ciudad vivía una jornada de luto.

A pesar de los hechos transcurridos, la afición onubense sigue recordando a Rafael Carbonell y en los locales de la peña Tendido 12 figuran una placa en su honor cuando, en realidad debería estar en la enfermería de la plaza de toros de Huelva para recordar esta efeméride.

Artículo de Vicente Parra Roldán.

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