Ponce, Juli y Lorenzo a hombros en Toledo.

Plaza de Toros de Toledo toledo-hombros corpus

Los diestros Enrique Ponce, Julián López «El Juli» y Álvaro Lorenzo se repartieron un total de nueve orejas en la tradicional corrida del Corpus Christi celebrada hoy en Toledo, cuya plaza de toros cumplía su 150 aniversario.

Gran ambiente en una rejuvenecida plaza de toros de Toledo, a pesar de cumplir ciento cincuenta años esta temporada. El motivo de tal rejuvenecimiento: la buena labor de la empresa Taurino Manchega, tanto de promoción como de confección de carteles.

Tanto era ese ambiente que el festejo comenzó con diez minutos de retraso para permitir el acomodo del numeroso público asistente.

Con una corrida que tuvo tanta nobleza y calidad como fuerzas justas, los tres toreros disfrutaron e hicieron disfrutar.

Ponce volvía a la ciudad imperial después de cuajar a placer otro toro de Garcigrande hace dos años en este mismo ruedo. Y este año, sin la rotundidad de aquella ocasión, el valenciano evidenció un oficio y temple incuestionables.

A su primero lo cuajó sobre todo por el pitón derecho, a media altura, dejándosela en la cara y llegando mucho a los tendidos, mientras que a su segundo lo toreó muy templado a cámara lenta, con los puntos álgidos en un soberbio cambio de mano en el inicio de faena y un tres en uno en el tramo final.

Manejó la espada con eficacia al primer viaje en sus dos oponentes y cuatro orejas fueron a sus manos.

El Juli anduvo en torero poderoso en sus dos toros. En el segundo no alcanzó cotas sobresalientes pero sí muy aceptables, sobre todo por el pitón derecho, mientras que con el encastado quinto, anduvo especialmente arrebatado, a buen seguro por el triunfo de Ponce.

Quitó por vistosas lopecinas sin enmendarse y en el último tercio su muleta fue látigo que se impuso a un oponente que, a pesar de la citada casta, no le sobró el fuelle. En sus dos ataques espada en mano cosechó estocadas enteras algo traseras.

Álvaro Lorenzo solventó la papeleta de verse al lado de dos figuras, con corrida de figuras, más que dignamente. En su primero manejó el capote con enorme cadencia, y con la franela tiró del de Garcigrande con firmeza y gusto, con arrimón final cuando al toro se le acabó la mecha.

El que cerró plaza fue el de menos clase del encierro, soltando la cara y frenándose a mitad de viaje, no por maldad, sino por carecer de la fuerza necesaria para rematar la acometida. A pesar de ello, no hubo un atisbo de duda en el toledano, quien, como ocurriera en su primero, no dudó en arrimarse en el epílogo de faena. Además, mató de muy buena estocada entera arriba. EFE

Ficha del Festejo

Cinco toros de Garcigrande y uno -el quinto- de Domingo Hernández, desiguales de presentación, nobles y manejables en su conjunto, pero igualmente faltos de fuerza. El más encastado, el quinto.

Enrique Ponce, dos orejas y dos orejas tras aviso.

Julián López «El Juli», oreja y oreja con petición de la segunda.

Álvaro Lorenzo, dos orejas y oreja.

Incidencias.- Más de tres cuartos de entrada. Los tres espadas abandonaron el coso a hombros junto al mayoral.

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