Corrida de desigual presentación de Juan Pedro Domecq, a cuyos ejemplares les faltó casta y bravura, viniéndose muy a menos. El remiendo de Torrealta, tuvo un buen pitón izquierdo, embistiendo con clase y ritmo. Juan Ortega firmó los mejores momentos de su actuación en el toreo a la verónica al primero de la tarde y después con pasajes sueltos en sus tres trasteos. Fue silenciado en los tres turnos. Pablo Aguado se lució, por momentos, tanto con la derecha como con la izquierda, ante el cuarto, pero lo más destacado de su particular tarde llegó frente al sexto, dónde cuajó una faena llena de gusto, buena expresión y naturalidad. Cortó una oreja de peso.
Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Decimocuarto festejo de la Feria de San Isidro. Cartel de ‘no hay billetes’. Ejemplares de la ganadería de Juan Pedro Domecq y uno, 6º, de Torrealta. Los de Juan Pedro Domecq, dispares de presentación, con escaso fondo de bravura y de casta no ofrecieron juego alguno. Salvó la tarde el sexto de Torrealta, que tuvo un buen pitón izquierdo que aprovechó a la perfección Pablo Aguado.
Juan Ortega: Silencio, Silencio y Silencio tras aviso.
Pablo Aguado: Silencio, Silencio y Oreja.
1º ‘Solterón’, Nº 141. Con excelente juego de brazos y mucha suavidad meció el capote Juan Ortega en el recibo por verónicas al primero de la tarde. El burel echó la cara arriba, protestando en varas, además de evidenciar no tener demasiada fuerza. Quite por delantales, muy torero, de Pablo Aguado. Buena lidia, muy templado, de Andrés Revuelta, haciendo las cosas a favor del toro. Poco pudo hacer Juan Ortega con este ejemplar de Juan Pedro Domecq, falto de raza y de transmisión y que se paró muy pronto. Reponía en sus embestidas y estaba renuente a seguir el engaño. Del conjunto destacaron algunos muletazos sueltos, como algún cambio de mano, de la categoría propia del espada sevillano. Pinchazo y estocada delantera y desprendida. Silencio.
2º ‘Martilleo’, Nº 185. El segundo muy justo de presencia para la plaza de Madrid, protestado de salida por algunos espectadores por ello. No tuvo buen comportamiento en varas, repuchándose en la segunda vara y saliendo suelto. Inédito quedó Pablo Aguado ante el astado de Juan Pedro Domecq. Sin fondo el burel, sin raza y sin clase, con el añadido de soltar la cara y derrotar por arriba. Se marcó pronto a por la espada el torero hispalense. Dos pinchazos y estocada con travesía. Silencio.
3º ‘Oxidado’, Nº 166. Mansedumbre mostró el tercero de la corrida en los primeros tercios, huyendo del caballo de picar en el segundo encuentro. Meritorios pares de banderillas de Miguel Ángel Sánchez y ‘Perico’. Inició faena Juan Ortega con muletazos por bajo, pero posteriormente el cornúpeta tampoco dio juego, con poca casta y escaso motor. Además reponía entre muletazo y muletazo, dificultando al diestro de Triana la ligazón. Los mejores pasajes del trasteo llegaron al manejar la mano izquierda, por dónde hubo naturales de buen trazo y templados. Estocada corta en buen sitio. Silencio.
4º ‘Samurai’, Nº 140. Se lució a la verónica Pablo Aguado en el saludo al cuarto, sobresaliendo un par de lances de esta guisa. Empujó con clase en el peto el toro de Juan Pedro Domecq. Magnífico quite por chicuelinas de Juan Ortega, con mucho compás. Algo más aguantó este astado en el tercio final, permitiendo a Pablo Aguado enjaretarle algunos muletazos de gran naturalidad, prestancia y ritmo. Resaltar una serie completa de derechazos, de mucho temple y ligazón y naturales sueltos ejecutados de uno en uno porque al burel le costaba repetir las embestidas. Terminó la lidia muy parado el astado de la vacada sevillana. Media estocada desprendida y descabello. Silencio.
5º ‘Adivino’, Nº 78. No terminó de romper de salida en el percal de Juan Ortega el quinto de la tarde, que después cumplió en varas. Con regusto quitó por tafalleras el torero trianero. Buena lidia de Miguel Ángel Sánchez y con los palos Andrés Revuelta, que prendió dos pares meritorios. Lo intentó Juan Ortega, que brindó la faena al maestro Roberto Domínguez, presente en un burladero del callejón. Voluntarioso y dispuesto Ortega pero fue imposible sacar agua de un pozo con escasa bravura, que era el toro. Lo pasaportó de medio espadazo delantero. Silencio tras aviso.
6º ‘Torbellino’, Nº 50. Se metió por dentro en el capote de Pablo Aguado el sexto de la corrida. Apretó en el peto el ejemplar de Torrealta. Buen toro de la divisa gaditana, que salvó la tarde, exigente en cuanto a colocación, toques y alturas pero con calidad y clase por el pitón izquierdo. Pablo Aguado comenzó la faena con mucha torería, con trincherillas y muletazos al paso, para salirse hasta los medios. El trasteo cogió vuelo en las tandas de naturales que instrumentó Aguado con gran naturalidad, armonía y prestancia. Suavidad y temple en las muñecas del diestro sevillano que dejó una obra de enorme belleza. Cerró al toro para entrarle a matar con unos ayudados muy toreros. Remató su labor con una buena estocada para cortar una oreja importante.
Carmen de la Mata