La localidad gaditana vivió anoche -miércoles 26 de noviembre- una de sus veladas más intensas y emotivas con la presencia del matador onubense David de Miranda, protagonista del coloquio “El Resurgir de un Torero”, celebrado en el emblemático espacio cultural La Embajada. El encuentro, conducido magistralmente por el periodista jerezano Javier Bocanegra, reunió a un aforo “de no hay localidades” y se convirtió en un recorrido íntimo por la trayectoria humana y profesional de uno de los grandes nombres de la tauromaquia actual.
Bocanegra destacó a De Miranda como “uno de los triunfadores de la temporada”, recordando su histórica apertura de la Puerta del Príncipe de Sevilla, la única lograda en la Real Maestranza durante todo el año 2025, así como su brillante actuación en la Feria de Málaga. El público asistió a un relato honesto y conmovedor donde el torero desgranó una carrera marcada por la entrega, la superación y la verdad.
Tras la proyección de un vídeo que recogía sus mejores faenas en Málaga y Sevilla, De Miranda confesó vivir aún con sorpresa sus propios hitos: “A veces me cuesta creer en mí mismo, pero cuando veo estas imágenes pienso en lo que he sido capaz de hacer”. Esta reflexión abrió paso a una conversación sobre su futuro profesional y la elección de un nuevo apoderado: “Antes no tenía nada, nadie llamaba. Ahora el teléfono no deja de sonar. La decisión será difícil, pero siempre con todas las cartas boca arriba”.
Uno de los momentos más sobrecogedores llegó al recordar la gravísima cogida sufrida en Toro (Zamora), que lo dejó paralizado: “No podía respirar y solo pensaba: ‘Por Dios, que no me vuelva a coger’”. También evocó el frenazo que supuso la pandemia tras abrir la Puerta Grande de Las Ventas en 2019, un golpe que interrumpió su ascenso y obligó a reconstruirse desde dentro.
El coloquio permitió revivir la faena de 2024 en la Maestranza al toro ‘Tabarro’, de Santiago Domecq, que le devolvió la confianza, y su consagración en Sevilla el 10 de mayo de 2025, cuando volvió a conquistar el Coso del Baratillo. Sin embargo, lamentó la escasez de contratos posteriores: “Abres la Puerta del Príncipe y solo te sale Málaga. Te planteas muchas cosas, pero siempre he confiado en mí y sabía que tenía que llegar”.
Precisamente en La Malagueta, el 19 de agosto, firmó una de las actuaciones que ya forman parte de la memoria taurina contemporánea ante ‘Enamorado’, de Victoriano del Río. “Le vi en la mirada que, si le aguantaba, tendría nobleza. Aposté por él”, confesó. Solo después, al ver las imágenes, comprendió que aquel toro había marcado un antes y un después en su vida.
La noche concluyó entre aplausos prolongados y emociones compartidas. La presidenta de la Escuela Taurina Francisco Montes “Paquiro”, Rocío Oliva, anfitriona del acto, afirmó que De Miranda “Será una figura que marcará una gran época del toreo”. Sus palabras fueron refrendadas por todos los alumnos de la escuela, que arroparon al diestro onubense con admiración y máximo respeto.
El diálogo repasó también su alternativa de manos de José Tomás, símbolo de confianza y destino. Desde entonces, David de Miranda ha forjado una carrera “fiel a su tierra y a su afición”, especialmente en Huelva, donde se le siente como un hijo que honra su origen a través del toreo.
La velada en Chiclana de la Frontera quedó en la memoria colectiva como una auténtica cátedra de vida y de tauromaquia, pronunciada por un torero que ha sabido rehacerse a sí mismo desde la fe, la entrega y el amor más absoluto a su profesión.
