Plaza de Toros de 𝗜𝗗𝗔𝗡𝗛𝗔 𝗔 𝗡𝗢𝗩𝗔, Portugal
Presentó múltiples complicaciones el primero de la noche para 𝗔𝗡𝗗𝗥𝗘́𝗦 𝗥𝗢𝗠𝗘𝗥𝗢, un toro desabrido que se ponía por delante. Lo paró con 𝘖𝘣𝘦𝘭𝘪𝘴𝘤𝘰 atacándole mucho para que acudiera. Y se la jugó con 𝘍𝘶𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘙𝘦𝘺 porque el toro cortaba el viaje y dificultaba cada embroque. No le volvió nunca la cara y lo vio el público, que se terminó de entregar con una extraordinaria banderilla al violín con 𝘏𝘰𝘳𝘶𝘴, donde otra vez lanzó la moneda al aire.
De nuevo se topó 𝗔𝗡𝗗𝗥𝗘́𝗦 𝗥𝗢𝗠𝗘𝗥𝗢 con un toro nada propicio, manso y a la defensiva, que acudió siempre a los caballos con taponazos y cortando el viaje. Cada embroque fue un cara o cruz desde el primer encuentro con 𝘊𝘪𝘴𝘯𝘦, con el que clavó tres farpas de enorme mérito por las dificultades del toro. Era lidia para 𝘒𝘢𝘣𝘶𝘭, con el que el onubense se fajó en un tercio de banderillas no exento de tensión porque el burel sólo acometía con medias embestidas y siempre defensivas. Reconoció el tendido la disposición del rejoneador y reclamó un palo más que ejecutó con el propio 𝘒𝘢𝘣𝘶𝘭 para coronar una noche de prueba y solidez.
Ficha del Festejo
Andrés Romero, vuelta / vuelta
Incidencias.- Lleno en los tendidos