Cartagena, Leonardo y Romero a hombros en Fregenal.

Leonardo indulta al toro “Melocotón” del hierro de Los Espartales en Fregenal de la Sierra.

La suerte con los aceros no hizo justicia esta tarde a la dimensión ofrecida por Andrés Romero en Fregenal de la Sierra. El onubense se mostró muy por encima de su lote de toros de Los Espartales, a los que cuajó en dos lidias bien diferentes, tanto como la condición de sus oponentes. Pero ambas con el denominador común de la ambición en pos del triunfo y de la inteligencia para encontrar en cada momento la tecla precisa. Corazón y cabeza.

Fue en su segundo donde más pudo disfrutar Andrés. Y salió arreado porque sus compañeros de cartel, Andy y Leonardo -indulto incluido- ya iban lanzados con el triunfo asegurado. Así que se fue el onubense en busca de la suerte, fuera ésta como fuera, a portagayola con Golondrina, marsellés en mano. El cuchillo entre los dientes como declaración de intenciones. No bajó para nada el listón de su autoexigencia en banderillas y se la jugó con Caimán para coserse el toro al estribo y luego conducirlo de costado en un puro ejercicio de temple del bueno. Con la plaza convertida en un hervidero, sacó Romero al dinamitero Guajiro, el que dispara las emociones a su máximo nivel. A cada quiebro al límite de tanto ajuste, le sucedió una pirueta -o dos, incluso, tres- sin aliviarse un solo dedo, ante los pitones, para salir a lo grande. Con el astado ya podido, se metió por casi donde no cabía con Chamán en el carrusel de cortas. Sobrevino entonces el pinchazo con el rejón de muerte y el premio -una oreja- se quedó muy por debajo de todo lo expuesto y entregado por el rejoneador de Escacena del Campo.

También el fallo con los aceros le dejó sin la segunda oreja que el público pidió y que el palco no concedió. Tuvo calidad el ejemplar de Los Espartales, pero blandeó por momentos y eso obligó a Romero a medirlo mucho en una faena que inició con Máximo. Ya en banderillas, le siguió la lidia con Kabul, pura eficacia para extraer de los toros lo mejor de su fondo y valor callado para pasarse al toro desde la cara hasta la grupa en lances de plena torería. Jerjes puso la espectacularidad con sus levadas que tanto llegan a los públicos y Chamán, la mayor ligazón posible en las cortas. Pero pinchó Andrés antes del rejón final, en lo que se apoyó la presidencia para negarle la segunda oreja que el público -que llenó la plaza por completo y generó un precioso ambiente- le pidió con unanimidad. 

Ficha del Festejo

Toros de Los Espartales, indultado el quinto.

Andy Cartagena, dos orejas / oreja

Leonardo, dos orejas y rabo / dos orejas y rabo simbólicos (indulto)

Andrés Romero, oreja / oreja

Incidencias.- Lleno completo dentro del aforo permitido.

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