Cuatro orejas y un rabo, tras indultar su primero e importante faena en su segundo; entrega de Morante que corta tres trofeos; Aguado, sin suerte con su lote.
La tarde el magnífico toro lidiado en segundo lugar, de nombre Manzanillo, que fue indultado. Un toro de indudable clase, con todas las virtudes que se le pueden exigir a un toro bravo, que desde salida demostró una bravura y clase insuperable. Daniel Luque lo cuajó de salida, con verónicas desmayadas y toreo a una mano engarzando hasta 15 lances sin que el toro desmayara su embestida. En el caballo, un único puyazo desde una distancia prudencial. En la faena de muleta el toro conservó todas las virtudes ante la exigente muleta del torero de Gerena, que lo toreó despacio, con la mano muy baja y con series largas, de hasta 9 y 10 muletazos ligados. El toro siempre respondió por ambos pitones con bravura, y el público, de forma clamorosa pidió el indulto, que fue concedido sin demora por el palco presidencial.
El quinto fue un toro con muchas complicaciones, sobre todo por el pitón izquierdo, que incluso voltea al torero en el recibo capotero sin consecuencias. Toro encastado, se hace difícil la lidia por la condición áspera del astado. A base de poder, temple y exposición, el torero de Gerena va encelando al toro que acaba entregado. Dos series por cada pitón, ante la tensión del público que veía las dificultades del animal por el pitón izquierdo. Importante faena de Luque que redondea su tarde triunfal en el coso de la Merced.
El primero de la tarde que le tocó en suerte a Morante de la Puebla, tuvo buena condición pero la faltó poder desde la salida. En el recibo capotero de Morante daba la sensación de estar picado quedándose muy corto. Brinda al cielo en recuerdo de Miguel Báez Litri, recientemente fallecido, y comienza la faena con el célebre “litrazo”, con la muleta en la espalda, en recuerdo del torero onubense. Morante se inventa una faena a base de exposición ate un toro sin poder, y que suelta la cara en embestidas defensivas. Mejor por el pitón izquierdo, faena pulcra, con los destellos de genio, que le valen las oreja del animal.
Su segundo oponente, cuarto de la tarde, volvió a inventarse una faena de la nada, ante un toro parado y sin emoción. La puso el torero de la Puebla, con un toreo cadencioso en el toreo al natural, realzando la faena en los terrenos de chiqueros. El epílogo del torero más entregado que nunca, con nuevo homenaje a “Litri” con las dos rodillas en tierra. Cumbre de Morante en Huelva, que lo mata de estoconazo en la suerte de recibir. Dos orejas incontestables.
Pablo Aguado se enfrentó a un toro sin transmisión ni fuerza. Un pan sin sal, con el que porfía el torero sevillano sin lucimiento, más allá de algunos detalles de torería. Después de la explosión del toro indultado, todo se hace más difícil. Tampoco mejoró en su juego el sexto, sin repetición y con sosería en sus embestidas, sin ningún poder. Lo vuelve a intentar Aguado, sin lucimiento, en trasteo sin historia.
Crónica de Carlos Arroyo
Plaza de Toros de la Merced, 1ª de la Feria de Colombinas, se lidian toros de Juan Pedro Domecq, de buen juego en líneas generales, de justa presentación, nobles, sobresale el segundo de la tarde, de nombre “Manzanillo” y número 177 en los costillares, que fue indultado, para los diestros;
Morante de la Puebla, de azul rey y oro: estocada, oreja; estocada, dos orejas.
Daniel Luque, de corinto y oro: dos orejas y rabo simbólicas; estocada, dos orejas.
Pablo Aguado, de verde oliva y oro: estocada, ovación; cuatro pinchazos y tres descabellos, silencio tras aviso.
Incidencias.- Se registran tres cuartos de entrada en tarde de apacible temperatura. Saludan tras parear al quinto Juan Contreras y Alberto Zayas, e Iván García, tras parear el sexto
