En la Vega Larga por José Luis Trujillo del Real
Ocurrió en el quinto, había quien aún se las tenía con Morante por lo que no habían podido ver en el cuarto, cuando el de la Puebla, bien colocado durante el tercio de banderillas, realizó un oportuno quite al banderillero Raúl Caricol, a la salida del par, y algunos aún pitaron al de La Puebla entre la ovación mayoritaria de la plaza.
A continuación, vino el brindis de Daniel Luque a Morante. Donde algunos también pitaron, mientras mucha parte de la plaza se ponía en pie para responder al detalle del de Gerena con el torero de La Puebla del Rí. De lo que se dirían durante el parlamento, sólo lo conocen los dos matadores, si bien no podemos olvidar los rumores de vetos de un tercero, Roca Rey, sobre Morante y la realidad del veto del peruano al torero de Gerena, para pensar que este brindis podría estar relacionado.
Como decimos, lo que se dijeron sólo lo saben ellos, si bien es verdad que Morante no suele vetar a los toreros, y es el primero que no tiene inconveniente en abrir carteles y dar cabida a toreros emergentes o incluso en sugerir alternativas de toreros de la tierra cuando toca colocar una sustitución.
Los vetos se han dado de toda la vida en el toreo, pues la figura manda en los despachos, pero al final el toro es el que casi siempre pone a los hombres en su sitio y el público es el que tiene la potestad o no de poder pasar por taquilla y dejar claro que no hay mejor respuesta a los vetos que el de colocar los carteles de “NO HAY BILLETES” y ante eso no hay vetos que valgan.