El novillero extremeño García Corbacho cortó ayer una oreja de peso y mérito en una entregada y sentida faena a su segundo novillo de la tarde tras ser herido en el primero.
La cornada se produjo cuando recibía con una larga cambiada a su primer animal sufriendo una «herida inciso-contusa en hemicara izquierda que penetra en la boca cavidad oral, con orificio en mucosa y rotura de piezas dentales, de dos trayectorias de 8-10 centímetros cada una». Fue atendido en la enfermería y a pesar de que presentaba un pronóstico grave que le impedía continuar la lidia salió a lidiar su segundo novillo.