David de Miranda se juega la vida y sale triunfador en Málaga

La corrida de Victoriano del Río lidiada hoy en Málaga no fue para nada sencilla, ni se lo puso fácil a los toreros. Al contrario, los toros pidieron el carnet, fueron tremendamente exigentes y varios de ellos sacaron genio defensivo en el tercio final. La terna de matadores estuvo muy por encima de las condiciones de sus antagonistas, exponiendo una barbaridad y lanzando la moneda. El triunfador de la tarde, con tres orejas cortadas a ley, fue David de Miranda, que cuajó dos actuaciones de una enorme firmeza, valor, entrega, capacidad y determinación, tratando a sus astados como si fueran buenos para terminar extrayéndoles todo lo que llevaban dentro. También firmó dos faenas importantes Manuel Escribano, destacando la completa lidia que ofreció en cada uno de ellos y el temple y la despaciosidad con el que los toreó. Cortó una oreja tanto al primero como al cuarto, si bien le pidieron las dos en el ejemplar que abrió plaza. Andrés Roca Rey sorteó el peor lote, mansos y complicados sus antagonistas, sacando mucho peligro y dificultades el quinto bis.

Plaza de toros de ‘La Malagueta’ de Málaga. Feria de Agosto. Lleno de ‘no hay billetes’. Astados de la ganadería de Victoriano del Río, muy bien presentados y juego dispar. El mejor, de mayor clase, fue el primero, al resto les faltó calidad, bravura y entrega. Algunos sacaron complicaciones en el último tercio, como el quinto bis y el sexto, que desarrollaron sentido.

Manuel Escribano: Oreja con fuerte petición de la segunda y Oreja.

Andrés Roca Rey: Ovación y Silencio tras dos avisos.

David de Miranda: Dos orejas y Oreja.

Incidencias

Al finalizar el paseíllo, sonó el Himno de España.

Después de salir a hombros, David de Miranda pasó a la enfermería y seguidamente fue trasladado a un centro hospitalario para practicársele las pertinentes pruebas médicas después de la voltereta sufrida.

1º ‘Jaceno’, nº 117. A portagayola se fue Manuel Escribano para recibir al primero de la tarde, con el toro desplazándose con clase en el capote del torero sevillano en las verónicas posteriores. Galleando llevó el toro al caballo Escribano que echó la cara abajo en el percal y en el peto. Dos buenos puyazos le suministró Juan Peña. Quite por ajustadas chicuelinas de Roca Rey, con las plantas muy quietas. Gran tercio de banderillas el protagonizado por Manuel Escribano, destacando el segundo par, cuadrando en la cara y dejando los palitroques arriba. Con pases cambiados por la espalda comenzó la faena Escribano, que fue hilvanando las tandas por ambos pitones con muletazos largos, templados, hasta detrás de la cadera. El animal tuvo una extraordinaria nobleza, calidad, recorrido, y mucha entrega. Más rotundas resultaron las series con la mano derecha, con el burel rompiéndose por abajo tras el engaño y el diestro toreando muy despacio. Terminó el trasteo por manoletinas. Estocada algo desprendida. Oreja con fuerte petición de la segunda.

2º ‘Endiosado’, nº 53. Templado saludo capotero de Roca Rey al segundo de la corrida, al que le faltó celo en el percal. Mansea el toro en varas, recibiendo el primero de los puyazos en el caballo que hacía la puerta, montado por José Manuel Quinta. Quite de David de Miranda por saltilleras, con el ejemplar de Victoriano del Río marchándose hacia toriles pero al que sujetó muy bien el diestro onubense. Sobresalió en la lidia, Antonio Chacón. Por estatuarios y pases cambiados inició el trasteo el torero peruano, con el burel ciñéndose mucho al cuerpo del matador. Por el pitón izquierdo, se fue rápido hacia los terrenos de tablas. Ahí en su sitio, en chiqueros, le buscó las vueltas Roca Rey sobre todo por el lado izquierdo, si bien que el cornúpeta evidenció con claridad que no quería pelea. Con inteligencia, conocimiento y la técnica adecuada consiguió imponerse el espada limeño a la res de la divisa madrileña. Estocada arriba. Ovación.

3º ‘Enamorado’, nº 163. Con lances a pies juntos recibió David de Miranda al tercer toro de la tarde, con el animal saliendo suelto. Dos buenos puyazos le endilgó Paco Félix, con el cornúpeta apretando con entrega. Poca fijeza mostró el astado en el segundo tercio, aunque el lidiador Cándido Ruiz intentó y logró fijarlo. Esperó mucho a los subalternos, con la cara arriba. Meritorios los pares que prendieron Fernando Pereira y Fernando Sánchez. Con valor y mucha seguridad inició la faena el torero de Trigueros. A base de firmeza y poder en sus muñecas cuajó una labor importante David de Miranda, aguantando miradas, parones y que el toro le pasara una y otra vez por los muslos y por el pecho. Sin aspavientos, con un valor seco y con una gran verdad cuajó un trasteo para el recuerdo. Los tendidos en pie, vibrando con la obra cumbre de David de Miranda. Concluyó con circulares invertidos y mondeñinas, jugándosela nuevamente en cada muletazo. Se jugó la vida sin trampa ni cartón el espada de Huelva. Faena de impacto. Estocada arriba. Dos orejas rotundas.

4º ‘Voraz’, nº 128. También se fue a la puerta de chiqueros Manuel Escribano para saludar al cuarto, continuando después con buenas verónicas. Midió a la perfección al toro Juan Francisco Peña en varas, colocando la puya en su sitio. Quite por caleserinas de Andrés Roca Rey, con el toro viniéndose algo abajo. Magnífico tercio de banderillas del diestro de Gerena, que dejó todos los palos en una perra gorda en el morrillo de su enemigo. De rodillas comenzó la faena Escribano, pudiéndole mucho al astado. Mejor embistió el burel por el pitón izquierdo. Por ahí cuajó naturales soberbios el diestro de Gerena, con temple y pulso en sus muñecas. Tandas templadas, con mucha enjundia y naturalidad del torero sevillano, que supo sacarle al ejemplar de Victoriano del Río todo lo que llevaba dentro. Éste fue noble pero tuvo poca entrega y raza. Estoconazo. Oreja.

5º ‘Entrenador’, nº 52. No se empleó mucho en el capote el quinto de la tarde. Fue protestado por el público por una cojera en la pata derecha. Fue devuelto a los corrales.

5º bis ‘Soleares’, nº 191 (Victoriano del Río). Cara alta tanto en el capote como en el peto del toro de Victoriano del Río, que no se empleó nada y que se repuchó. Espero bastante en banderillas, apretando hacia los adentros. Muy bien con los rehiletes tanto ‘Viruta’ como Fernando Sánchez, que los colocó en lugar de Paquito Algaba. Extraordinaria lidia de Antonio Chacón. Toro sin entrega alguna de Victoriano del Río, al que pudo el diestro peruano con firmeza, seguridad y aplomo. Por el izquierdo, llegaron tandas de mayor redondez, convenciendo Roca Rey al cornúpeta de que debía perseguir la tela roja. Muy complicado el animal de la vacada madrileña, áspero, sin clase y desagradecido. Dificultoso se puso también para entrarle a matar, huyendo a la zona de chiqueros. Fueron necesarios varios intentos con el estoque de acero para terminar con la vida del ejemplar de Victoriano del Río. Silencio tras dos avisos.

6º ‘Jacarandoso’, nº 162. Con templados lances a pies juntos saludó David de Miranda al que hizo sexto. Manseó en el peto el astado del hierro madrileño, marchándose de un caballo a otro, sin entregarse en ningún momento. Buen puyazo, el segundo, de Rafael Carbonell. Mucho mérito tuvieron los banderilleros, tanto Cándido Ruiz como Fernando Sánchez, con el toro apretando hacia tablas y con aspereza. Por estatuarios, pasándose al burel muy cerca, inició la faena David de Miranda, que volvió a jugársela y a tirar la moneda en este segundo toro de su lote. El cornúpeta fue reservón, sin querer ir hacia delante sino guardándose mucho dentro, y sabiendo muy bien dónde estaba el torero en cada momento. El torero de Trigueros firmó una labor de una enorme firmeza, de un valor seco y sereno, sin alharacas, auténtico, dejándose llegar al astado a los muslos para desengañarlo con el cuerpo. Al no entregarse nunca, sino que hizo las cosas con genio, fue volteado con violencia David de Miranda, que salió del trance dolorido pero victorioso de una tarde que quedará grabada en la historia de ‘La Malagueta’. Espadazo caído. Oreja.

Carmen de la Mata

Fotos prensa David de Miranda