Andrés Roca Rey se abre con sinceridad junto a su amigo, el músico Iván Piana, para hablar de lo que hay detrás del traje de luces: los silencios, los sueños, el alma y el niño que sigue vivo dentro del torero.
Sobre la vida que tiene que llevar un torero, Roca Rey aseguró que «es una vida nada común, nada típica, pero con más verdad, más miedos, más sacrificios y también más alegrías». El diestro limeño afirmó que siempre quiso ser torero, «no me imagino mi vida sin esta profesión», ratificó.
También se trataron temas de tantos interés para una persona que se juega la vida en el ruedo cada día, como la soledad. Acerca de ella, manifestó Roca Rey que «al principio de venirme a España, con 14 años, no la quería, siempre buscaba estar acompañado. Pero en el año 2023 hice un viaje a Suiza completamente sólo y ahí cambió todo. La soledad es un privilegio, es muy bonito conocerte».
Acerca del amor, expresó Andrés que para él «el amor es todo. Amor a mi familia, a mis amigos, a la profesión…». A la hora de definir el amor, lo hizo con las palabras «pasión, entrega, pureza y verdad». Refiriéndose a la familia, dijo que «lo es todo, lo más importante».
De igual forma, se abordaron también las diferencias en el modo de vida entre el campo y la ciudad, declarando Roca Rey que «la realidad de la vida está en el naturaleza, en el campo, no en la ciudad».
El diestro limeño se calificó como un gran amante de la música, «sin música no podría vivir, escucho música en todo momento porque me ayuda a conectar con los sentimientos que tengo en ese instante».
«Al fin y a la postre el cuerpo humano dura lo que dura, lo que perdura para la eternidad es el alma. Por eso, hay que tratar de cuidarla, de que esté en paz y que crezca», con estas afirmaciones trató Roca Rey de un asunto nada corriente, como es la diferencia entre el cuerpo y el alma.
Regresar a la infancia, a ser niño es algo fundamental para «acordarte de dónde vienes, porque ahí está la esencia y las ilusiones verdaderas», prosiguió el matador peruano.
Para concluir habló sobre el importante reto que tiene por delante este domingo, 2 de noviembre, en la Plaza de Acho, frente a seis toros por primera vez en su carrera. Aseveró que «quiero que sea una tarde muy especial, la tarde más importante de mi vida. Deseo disfrutar, sentir a mi gente y sueño con cortar un rabo en Acho», finalizó.
















