Madrid – Las Ventas (2ª de feria) Con casi lleno en los tendidos, arrancó una tarde de expectación en la que David Galván volvió a dejar su sello.
Galván se inventó la faena al primero de su lote, de la ganadería de El Pilar. Inició con temple y empaque una labor que fue creciendo en intensidad y contenido. Madrid esperaba a Galván, y el torero respondió con una faena medida, inteligente, dominando siempre a su oponente. Cuajó derechazos de gran cadencia, encajado, y por el pitón izquierdo también firmó pasajes de gran clase. Cerró por manoletinas ajustadísimas antes de dejar una buena estocada. Petición de oreja, que el presidente no la concedió. Galván dió una unánime vuelta al ruedo.
El quinto bis, de Castillejo de Huebra, era a priori el toro imposible para triunfar en Madrid. Sin embargo, Galván se impuso con determinación, sacando tandas de mucho mérito por el derecho, en los terrenos comprometidos de tablas. Fue una faena a más, en la que volvió a destacar su colocación y firmeza. Mató de una gran estocada. La petición de oreja fue nuevamente clara, pero el palco volvió a negarse. Otra vuelta al ruedo para el gaditano.
David Galván firmó una tarde de torero grande en Madrid, reafirmando su madurez artística y su sitio en esta plaza. La Puerta Grande quedó cerrada por decisión presidencial, pero no para el recuerdo del aficionado.
