Fabio Castañeda lesionado en El Tingo, Perú

El ruedo de la plaza de toros del Centro Poblado de El Tingo, en Hualgayoc, fue testigo de un momento de tensión el pasado 9 de agosto. El diestro venezolano Fabio Castañeda, en plena faena de muleta con el primer toro de su lote, se resintió gravemente de una lesión en el aductor del muslo izquierdo. El dolor fue tal que el  torero no pudo abandonar la arena por sus propios medios, lo que puso en alerta a la afición y a los presentes.

Esta dificultad muscular, arrastrada desde la feria de la Santísima Virgen del Carmen de Celedín, donde se produjo un golpe durante el tercio de banderillas, no había mermado el espíritu de Castañeda. A pesar de la dolencia, el torero, en un gesto de pundonor y respeto por la afición peruana, hizo el paseíllo en Lampa y Esquena. En estas plazas, optó por no ejecutar el tercio de banderillas, que domina con maestría, para mitigar el dolor.

Aún mermado físicamente, el diestro se sobrepuso . En Cadmalca Alto, demostró su valía cortando dos orejas, y en la propia feria de Esquena, salió por la puerta grande tras cortar las orejas del toro. Estas actuaciones confirman una vez más el adagio taurino de que «los toreros están hechos de otra pasta».

El propio torero ha confirmado que su presentación en El Tingo fue el límite para soportar el dolor. Sin embargo, trae buenas noticias: se trata de un desgarro o contractura muscular, no de una rotura. Este diagnóstico, menos grave de lo que se temía, permitirá a Castañeda iniciar un tratamiento intensivo de fisioterapia. Su objetivo es claro: estar en óptimas condiciones para su próxima cita.

El matador venezolano tiene previsto reaparecer el próximo 20 de agosto en la plaza de Catilluc, en un  cartel internacional que compartirá con Manolo Muñoz, Óscar Quiñónez y José Cabrera. Se espera que, para entonces, Fabio Castañeda, cual ave fénix, se haya sobrepuesto a esta adversidad para brindar a la afición el espectáculo de calidad al que nos tiene acostumbrados. Carlos Alexis Rivera CNP 10746