La extraordinaria faena de Morante de la Puebla al cuarto de la tarde ha sido lo mejor de esta apertura de la Feria de San Miguel. El torero ofreció lo mejor de su tauromaquia, bordó el toreo y lo ralentizó, y solo la espada le privó de cortar las dos orejas. Obtuvo una, mientras que Tomás Rufo perdió el trofeo con la espada en el tercero de la tarde. Juan Ortega no tuvo lote y se fue de vacío.
Así lo vivió con su cámara nuestro fotógrafo amigo Eduardo Porcuna.