Gran tarde de toros de ‘El Mene’ en Villaseca de la Sagra

Encierro muy serio de Montealto el que salió por chiqueros hoy en Villaseca de la Sagra, que tuvo dos astados importantes, el quinto y, sobre todo, el tercero. Iker Fernández ‘El Mene’ ofreció una gran dimensión en el Alfarero de Oro, afrontando con responsabilidad y máxima ilusión una dura prueba que superó con creces. De su actuación resaltar la verdad, la pureza, la tranquilidad y la naturalidad con la que lidió cada uno de los novillos. El resultado numérico no refleja la relevancia de lo realizado por el diestro aragonés hoy en la plaza toledana. Demostró además estar más que preparado para cualquier compromiso que le venga por delante.

Plaza de toros de ‘La Sagra’ de Villaseca de la Sagra (Toledo). Quinta novillada del Alfarero de Oro. Dos tercios. Cornúpetas de la ganadería de Montealto, muy serios y con cuajo. Su juego fue dispar, sobresaliendo del conjunto el tercero y el quinto. Al resto les faltó bravura y entrega.

Iker Fernández ‘El Mene’: Silencio, Oreja, Ovación con saludos tras dos avisos, Silencio, Oreja y Oreja.

Incidencias

El Himno de España sonó como cada día de toros en Villaseca de la Sagra al finalizar el paseíllo.

El público ovacionó al Mene, sacándolo a saludar justo antes de la salida al ruedo del primero de la tarde.

1º ‘Volado’, nº 25. No se empleó en los primeros tercios el novillo de Montealto, evidenciando no tener demasiada fuerza. Mucho mérito tuvieron los pares de banderillas colocados por Roberto Blanco y por el tercero Antonio Vázquez. El animal apretó bastante hacia la querencia de tablas. Deslucido el animal en la faena de muleta de ‘El Mene’, probando y midiendo al torero sin terminar nunca de entregarse. Muy firme el novillero zaragozano que logró naturales estimables gracias a lo que le tragó a su antagonista. Se puso muy complicado para cuadrarlo en la suerte suprema. Estocada trasera. Silencio.

2º ‘Melenitas’, nº 29. Con soltura y buen gusto toreó ‘El Mene’ con el capote al que hizo segundo. Se repuchó en varas el ejemplar de la ganadería madrileña, con poco celo y codicia en el caballo de picar. Comienzo de faena de toreo caro de Iker Fernández, con estatuarios y cambios de manos soberbios. El burel tuvo cierta nobleza y fijeza pero le faltaron finales. Mucho poder y mando en la pañosa que manejó ‘El Mene’, que corrió la mano con temple hasta el final, tratando de alargar el viaje del utrero de Montealto. Nuevamente, destacó el toreo al natural del torero aragonés. Estocada trasera. Oreja.

3º ‘Liviano’, nº 23. Con lances a pies juntos recibió ‘El Mene’ al tercero de la función. Bien embistió el astado en el tercio de varas, recetándole dos buenos puyazos Pedro Geniz. Invitó ‘El Mene’ a realizar el quite a uno de los sobresalientes, Pérez Pinto, que llevó a cabo uno por delantales que remató con una magnífica media. Seguidamente, salió a escena Iker Fernández para instrumentar otro por garbosas chicuelinas. Grandes pares de rehiletes colocaron Juan Sierra y Miguel Ángel Ramírez. Brindó la faena ‘El Mene’ al Alcalde de Villaseca, Jesús Hijosa. Faena de peso, importante del novillero forjado taurinamente en Salamanca, al que cuajó series por ambas manos de mucha ligazón, ajuste y profundidad en los muletazos. De frente, cargando la suerte, con la máxima pureza le hizo las cosas ‘El Mene’, rubricando las series con largos y templados pases de pecho. Los trincherazos también demostraron la personalidad y el sello de este torero. Bravo novillo de Montealto, con recorrido y calidad, que terminó rajado. Lástima del fallo con los aceros porque le privó de un triunfo relevante. Ovación con saludos tras dos avisos.

4º ‘Enrejado’, nº 34. Mejor embistió de salida el cuarto astado del festejo por el lado izquierdo al capote de ‘El Mene’. Se arrancó desde largo el novillo al caballo de picar que montaba José María González, que al igual que ayer volvió a lucirse con la vara. Quite por altaneras del segundo sobresaliente, Rafael Reyes. Le cogió muy bien el aire por el pitón izquierdo, ‘El Mene’, tocando con firmeza abajo y conduciendo a su oponente con mando y despaciosidad hasta el final. Profundos y sentidos surgieron los naturales ante un animal que fue exigente pero que agradeció que se le pudiera, si bien salía de la suerte mirando al tendido. Por el derecho no de movió igual el burel, con menos entrega. Pureza, verdad y una excelente colocación fueron las claves del trasteo del torero zaragozano. Espadazo de colocación defectuosa que dejó su balance en silencio.

5º ‘Farolero, nº 31. No hizo mal las cosas en el capote de ‘El Mene’ el quinto de la tarde, de una enorme seriedad por delante. Cumplió sin más en los dos puyazos el burel de la vacada madrileña. Con los garapullos mencionar a David Salvador, que prendió dos buenos pares. Labor de mucha intensidad de ‘El Mene’, que le dejó la muleta puesta por delante para provocar la ligazón, sobre todo por el lado derecho. Muy asentado y encajado el toreo, con pureza y con verdad, dándole la lidia adecuada a su enemigo. El novillo de Montealto fue exigente pero sacó buena condición en el tercio final aunque apuntó querencia hacia los toriles. Los naturales de uno en uno, cargando la suerte y buena expresión, tuvieron enjundia y dejaron un gran sabor de boca entre los aficionados. Más de media estocada en buen sitio y descabello. Oreja.

6º ‘Liviano’, nº 22. Con faroles recibió ‘El Mene’ al último novillo de la suelta, meciendo el capote con temple posteriormente a la verónica. Se paró bastante el burel después del paso por el caballo de picar. Buena lidia de Juan Sierra. Los banderilleros, Agustín de Espartinas y Miguel Ángel Ramírez, tuvieron que llegarle mucho para dejar sobre el morrillo los palitroques, ya que esperó una enormidad. Muy firme y con mucha entrega, como en el resto de la novillada, ‘El Mene’, que demostró por enésima vez su extraordinario concepto del toreo, la verdad con la que torea y el asentamiento y el empaque de sus formas. Al natural brilló Iker Fernández, consiguiendo pasajes de rezumaron pureza y naturalidad. Espadazo contrario. Oreja.

Carmen de la Mata. Foto de Philippe Gil Mir