El matador de toros José Carlos Venegas ha sufrido un grave percance en la mañana del martes 4 de noviembre, mientras realizaba labores de alimentación con el ganado bravo en la ganadería Moragón, en la provincia de Jaén.
Durante la jornada, uno de los toros se arrancó de forma inesperada, alcanzando al diestro jienense en la parte media del muslo derecho y provocándole una cornada con orificio de entrada y salida, además de una fuerte paliza que lo dejó malherido en el suelo.
El momento fue especialmente dramático, ya que Venegas se encontraba solo en la finca. Con sangre fría y un enorme instinto de supervivencia, se practicó él mismo un torniquete “con las mangas de la camisa”, antes de que un vaquero acudiera en su ayuda y lo trasladara de urgencia al hospital.
El parte médico describe una “herida por asta de toro con entrada en cara posterior del muslo derecho a nivel de tercio medio y salida por cara externa del muslo en tercio distal, además de una herida inciso contusa en la región torácica lateral derecha superficial”.
Tras recibir las primeras curas en el hospital, el torero fue enviado a casa, aunque su estado empeoró con el paso de las horas. “Tras atenderme en Urgencias y realizarme las primeras curas, me enviaron a casa, una auténtica barbaridad, con tan solo un drenaje y un vendaje. Ya en mi domicilio comencé a tener fiebre y fuertes dolores”, relató el torero con visible indignación.
Ante la gravedad de la situación, Venegas decidió acudir a la Clínica Cristo Rey de Jaén, donde fue atendido por especialistas en cirugía taurina y operado en la mañana de hoy. “Debido a esas circunstancias me fui a la Clínica Cristo Rey, donde trabajan cirujanos taurinos, y me han intervenido esta misma mañana”, explicó.
A pesar de la dureza del trance, el torero mantiene el ánimo y la serenidad que siempre le han caracterizado: “Estoy tranquilo y con ganas de comenzar la recuperación. Si todo va bien, puede que mañana me den el alta”, expresó Venegas, agradeciendo los mensajes de cariño y apoyo recibidos desde todos los rincones del mundo taurino.
Desde su entorno más cercano destacan la gravedad del percance y la entereza con la que el matador ha afrontado el episodio, ejemplo de valor, fortaleza y amor por el toro.
















