Tras conocer ayer la noticia de la vuelta del hijo pródigo al coso del Baratillo el Domingo de Resurrección, estas imágenes nos muestra a un diestro dispuesto y relajado.
El de La Puebla se prepara en su finca sevillana de cara al primer compromiso del año en el albero Maestrante, una cita esperada y deseada, tanto por el diestro como por el aficionado, tras dos años de paréntesis.
Morante es singular, único y con marcado acento de notoriedad, basta pronunciar su nombre en las ferias para llamar la atención de los aficionados y este no es un caso distinto.
Levantar un veto a una plaza y a una afición es motivo de alegría, nadie y digo nadie hubiese querido esa situación, pero ya es tiempo pasado y el futuro parece prometedor, si bien no es menos cierto que la apuesta del diestro de La Puebla va sobre seguro, Domingo de Resurrección, semana de farolillos y San Miguel, con carteles rematados y ganado del agrado del torero.
Un cóctel que apunta a lío gordo a poco que ayude la tarde y el ganado que salte al albero del baratillo.
Nos hubiera gustado alguna gesta en esta vuelta, pero eso tendrá que esperar.