La fiesta brava vivió una tarde de contrastes y gran emoción en la Plaza Portátil «Las Maravillas». Con un lleno de bandera y el hierro de La Gasca como garantía de bravura, la novillada internacional de feria tuvo dos triunfadores de puerta grande, pero dejó ver el arte del novillero Cristopher Morales.
Morales se mostró en torero ante su oponente, realizó una faena de gran factura, dejando pinceladas artísticas con la muleta en la mano izquierda, recetando tandas al natural de una profundidad y cadencia interesante. Tuvo ligazón, mando y, sobre todo, se sintió a consigo mismo, agradando a la afición que se lleva en el recuerdo una muy buena tarde.
Cuando la faena alcanzaba su cénit y el premio parecía seguro, llegó el infortunio. Morales se volcó con verdad sobre el pitón para dejar una estocada bien colocada y ejecutada, pero el de La Gasca se amorcilló, tardando en caer. Este lapso enfrió de forma injusta la pasión del público, limitando la recompensa de Morales a una Ovación que supo a gloria, pero privó al torero de un trofeo merecido por su sobresaliente labor.
La Bravura de La Gasca y el Paseo en Hombros
La ganadería de La Gasca, de Juan Antonio González Necoechea, fue parte fundamental del éxito. Los cuatro novillos ofrecieron un juego extraordinario, destacando el primero con vuelta al ruedo y los últimos dos con arrastre lento.
Finalmente, fueron Kevin Loyo (Tamaulipas), con Dos Orejas gracias a una faena de firmeza, y Fermín Bribiesca (Michoacán), con el máximo trofeo de Dos Orejas y Rabo por una labor redonda, quienes consiguieron la gloria máxima de la Puerta Grande, saliendo a hombros junto al ganadero. El colombiano Maikel Ramírez completó el cartel con un lote que no le permitió el lucimiento, escuchando los Tres Avisos y el becerrista Humberto Magaña toreando a la portuguesa, fue el responsable de abrir plaza. Carlos Laexis Rivera CNP 10746