Puerta grande de Sebastián Castella en Palencia

El torero de Beziers cortó tres orejas y firmó una gran tarde

Plaza de toros de ‘Los Campos Góticos’ de Palencia. Feria de San Antolín. Segunda corrida de toros. Astados de la ganadería de Núñez del Cuvillo y uno, 6º, de Hnos. García Jiménez.

Sebastián Castella: Oreja y Dos orejas.

José María Manzanares: Ovación con saludos y Oreja.

Pablo Aguado: Silencio y Silencio.

Castella, que ya había paseado una oreja de que abrió plaza, formó un lío con el cuarto de la tarde, un gran toro de Núñez del Cuvillo para el que se pidió el indulto. Muy noble, con mucha duración y humillación el animal, al que Castella cuajó de principio a fin. Apabullante fue el inicio de faena en los medios con varios pases cambiados por la espalda encadenados. Rodillas en tierra, de gran nivel fue la primera serie que instrumentó con la diestra. A más la faena y a más el toro, por ambos pitones, alcanzado el punto álgido en eternos cambios de mano. Estoqueó entre las protestas que pedían el indulto y dejó media estocada trasera, suficiente para que el toro doblara. Dos orejas y gran ovación al toro en arrastre.

Muy firme Manzanares toda la tarde, que dejó lo mejor con la diestra en ambos toros, que sin estar sobrados de clase, le permitieron el lucimiento. La espada, que no entró en el segundo de la tarde, sí puso en su mano el trofeo con el quinto. Todo torería fue Pablo Aguado con el tercero, un animal de Cuvillo que manteó desde los primeros tercios y ante el que Aguado dejó una faena de bello trazo cargada de detalles. Sin la rúbrica de la espada, con el sexto, el peor del encierro, lo tuvo imposible.