Puerta Grande para David Galván en Daimiel: tarde de altos vuelos con los Adolfo

El diestro gaditano David Galván cuajó una gran tarde en Daimiel, cortando tres orejas a su lote de Adolfo Martín y firmando una actuación de torero importante, con poso, temple y personalidad.

Se hizo cargo del primero de la tarde tras el percance de Luis Miguel Vázquez. De nombre “Malagueño” el toro, y con él Galván abrió su particular partitura. Inicio faena con doblones por bajo de gran profundidad, faena inteligente y medida, en la que lo toreó por ambos pitones con serenidad. Pero ese “Malagueño” le evocó a Málaga y, con la mano zurda, volvió a dejar una faena de peso, de temple y cadencia. Mató de gran estocada y cortó una oreja, con fuerte petición de la segunda que el presidente no concedió.

Al tercero, primero de su lote, lo saludó con un ramillete de verónicas genuflexas de gran poder que levantaron una gran ovación. Ya con la muleta, la faena tuvo la inteligencia y el pulso de siempre. “Aviador” no hizo el avión, pero sí permitió a Galván cuajarlo con sello propio. Y fue de nuevo al natural donde alcanzó cotas de mayor hondura: asentado, templado y con mucho temple. Estocada y dos orejas que le abrían la Puerta Grande

El quinto, “Planeador”, más que planear parecía traer “malos planes”. Toro áspero, exigente, al que Galván, con paciencia y firmeza, supo robar muletazos de importancia. Faena sin alardes pero de torero que sabe lo que se trae entre manos. Tras una estocada y un golpe de descabello, saludó una fuerte ovación.

Tarde de torero en madurez y de inteligencia frente al toro. Tres orejas en Daimiel y una nueva Puerta Grande para David Galván en esta temporada 2025 que sigue sumando capítulos de importancia.