Roca Rey abarrota.

Desde el Cinco

Ocho mil almas hoy en la plaza de la Merced, lleno en los tendidos y gracias al diestro más taquillero del momento, el peruano Roca Rey.

El cartel además del limeño, con la presencia de Alejandro Talavante y Juan Ortega hacían presagiar una tarde de triunfo seguro, era por consiguiente el cartel más demandado por aficionados y público en general, el paseo Cristóbal Colón era un hervidero de gente alrededor del coso, ambiente de gala que hacía recordar tiempos pretéritos de expectación inusitada, llega la hora, el presidente Ruciero ordena el inicio del festejo, Talavante con muchísimas ganas de agradar se encontró con dos juanpedros de ínfima pujanza, el cuarto mejor que el que abrió plaza, el perano, gentilicio de la Puebla de Sancho Pérez, de donde es natural Alejandro, estuvo buscando la media distancia siempre en los embroques, al cuarto acertó de pleno en colocacion y agilidad de mantener con medios muletazos la intensidad requerida consiguiendo en algunos instantes atraer al espectador en dos series ceñidas y sumamente meritorias, cortó un apéndice fruto al tesón y de no rehuir de la responsabilidad del compromiso adquirido de figura del toreo.

Juan Ortega, enjaezado con un rosa palo sugerente, ofreció instantes imborrables en una tarde de esfuerzos ante un lote de dificultoso juego, el sevillano buscó el toreo melodioso y acompasado, alguno hubo, pero ínfimo por desgracia, cortó una oreja merecida al quinto y gracias a un esfuerzo continuado, mostrándose siempre muy mentalizado de poder domeñar una situación compleja, debido a las exigencias del veragueño corrido en quinto lugar, la gente entendió el mensaje, fue muy ovacionado en el primero de su lote.

Roca Rey se entretuvo en cortar cuatro orejas de una tacada, con una rotundidad aplastante, arrestos, torería, templanza, valor verdadero, Inteligencia, intrépido, define a las claras, cuál es el que ocupa el cetro del toreo presente, hoy en Huelva puso todo lo definido al servicio del que compra la entrada y así predispone a la gente a volver, las figuras del toreo fueron
siempre así.
La corrida de Juan Pedro, aprobada alta de calificación, buena presencia, dignifica al pretendido toro de Huelva, pareja en conjunto pero de escaso juego.

Plaza de la Merced.
Toros de Juan Pedro Domecq.
Alejandro Talavante, silencio y oreja tras dos avisos.
Juan Ortega, ovación tras aviso y oreja.
Andrés Roca Rey, dos orejas y dos orejas tras aviso.

Crónica de Alfonso Leandro.