Toreros de ayer: Diego Gómez Laine Parte (I).

Es, sin duda alguna, el torero onubense que más veces ha hecho el paseíllo en su tierra pues, se le contabiliza hasta 53 actuaciones en una dilatada carrera que inició en 1926 y que finalizó 20 años más tarde.

Nacido el 9 de septiembre de 1910 y desde muy joven tuvo afición taurina, siendo conocido con el apelativo de “Laíne” que venía de su abuelo que tenía un galgo muy veloz y que se llamaba “La ina”.

Irrumpió en el planeta taurino en el año 1926 actuando el 11 de julio en un festejo mixto junto a Francisco Garrido “Niño de la Salina” y el espectáculo cómico con Charlot, el Fonda y Tomasín. El triunfo le sirvió para repetir el 26 de agosto actuando ya con Antonio Maestre “Nene”, con quien compartiría muchas tardes y Antonio Fernández Aguirre. En esta campaña de su presentación actuó nada menos que en cinco novilladas y en un festival. Este último con la finalidad de recaudar fondos para el monumento a Manolito Litri.

No se prodigó mucho en su tierra en la campaña de 1927 pues tan solo actuó en dos festejos al comienzo de temporada, el 1 de mayo y el 3 julio respectivamente. En el primero con el Nene y Antonio Carmona y en el otro con Pedro Carreño y José Arroyo.

Tardó en volver a su tierra y tuvo que esperar hasta el 8 de julio de 1928, actuando con Pedro Carreño y Eduardo Gordillo y repitió en Colombinas donde obtuvo una oreja.

Una sola actuación en la campaña del 29, en la Feria de La Cinta donde cortó los máximos trofeos al primero de su lote, del hierro de Narciso Darnaude.

No pisó el ruedo de la plaza de las Colonias durante las temporadas de 1930 y 1931 aunque en esta última actuó dos tardes en la Escuela Taurina que entonces existía en Huelva.

Gracias a la labor llevada a cabo por el Club Taurino Onubense se pudo celebrar la temporada de 1932 en la que Laíne actuó en dos festivales y en una novillada consiguiendo éxitos que incrementaron su fama.

La campaña de 1933 fue una de las más importantes de su carrera en Huelva pues actuó en cinco novilladas y en un festival en la que cosechó algunos triunfos importantes que le abrieron el camino de una exitosa temporada en 1934 en la que hizo el paseíllo ante sus paisanos en siete ocasiones. En la celebrada el 4 de agosto resultó cogido de cierta gravedad.

Diego compaginaba estas actuaciones en su tierra con otras en diferentes plazas en las que se había ganado un buen cartel y el 21 de septiembre de 1934 en Écija, Juan Belmonte, en presencia de Chicuelo, y con reses de Concha y Sierra, le hizo matador de toros, grado que confirmaría el 29 de junio de 1940 de manos de José Amorós y con el testimonio de Luís Díaz “Madrileñito”, con la res llamada “Reolito” del hierro de Villamarta. Viajó en 1936 a Perú y Venezuela ganando la oreja de oro de Caracas en la Corrida de La Prensa en un mano a mano con Julio Mendoza.

Artículo de Vicente Parra Roldán.

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