La figura de Lázaro Gallego “El Nini” fue un filón para la empresa que regía la Monumental Plaza de Huelva por cuanto sus más de catorce mil localidades se llenaban con el anuncio del peculiar torero. Y, en la corta vida que tuvo el coso y la edad del torero, hicieron posible que hasta en seis ocasiones Lázaro hiciera el paseíllo para actuar ante sus paisanos.
La primera oportunidad le llegó el 27 de abril de 1.969, alternando con Molina Romero, Antonio Infante “Alín”, Roberto Piles y Manuel Sampedro “El Piri” con erales de Hermanos González Lucas. Lázaro estuivo “genial” en su estilo y cortó una merecida oreja que paseó en triunfo.
Repitió el 4 de mayo e hizo el paseíllo al lado de Antonio Infante “Alín”, Manuel sampedro “El Piri”, El Niño de los Amarillos y Pedro González para lidiar erales de Hermanos González Lucas. Lázaro distrajo al público con su toreo y sus desplantes, logrando una oreja.
Este éxito le sirvió para ser anunciado el 4 de agosto junto a El Platanito, El Piri, Antonio Coello y Tony Garzón para lidiar erales del Marqués de Valdueza, con lleno en los tendidos, la mejor entrada del ciclo colombino. Una vez más, El Nini superó las dificultades, toreó a su manera y divirtió al público que, en agradecimiento, le premió con las dos orejas.
El éxito económico propició que volviera a actuar el 14 de agosto junto a El Platanito, José Conquero, Antonio Coello y Antonio Gavilán “El Rondeño”, con erales del Marqués de Valdueza, que resultaron mansos. El Nini saco su repertorio y los espectadores le aplaudieron con mucha fuerza.
El quinto paseíllo lo realizó el 4 de agosto de 1.970 dentro del espectáculo El Empastre y, una vez más, El Nini hizo disfrutar a los muchos espectadores que acudieron a presenciar su actuación.
Volvió a actuar el 5 de agosto de 1.971 con la presencia de El Bombero Torero. Y en esta ocasión no tuvo fortuna por cuanto el becerro que le echaron carecía de fuerzas de tal manera que muy pronto se echó en la arena y no hubo maneras de levantarlo, por lo que tuvo que ser apuntillado. El Nini, en una de sus genialidades, se hincó de rodillas, se tapó la cara y pidió perdón al público que le ovacionó con fuerza. En el último astado del festejo, los enanitos le invitaron a torear, llegando incluso a bailar junto a sus anfitriones entre las ovaciones y risas del respetable.
Su ultima actuación en nuestra ciudad fue el 1 de julio de 1.972, fecha en la que hizo el paseíllo junto a Miguel Conde, Francisco Benítez “Peti Chico”, José Carbonell y Juan Zamorano “Niño de la Cinta” con erales de Anyonio Campos Roja. Lázaro lució una pajarita roja como corbatín y, durante la lidia, el eral le persiguió hasta el burladero, entrando en el callejón tras el torero que quedó asombrado pero que no le impidió continuar con sus “genialidades” que le permitieron cortar la última oreja de su carrera en su tierra.
Lázaro Gallego “El Nini” no volvió a actuar en Huelva pero el público no se olvidó de él ni de su peculiar toreo y de su personal forma de vida, por lo que, actualmente y tras varios años de su fallecimiento, se le sigue recordando con cariño y respeto por cuanto marcó una época en el toreo onubense. ¿Hasta dónde pudo haber llegado? Hasta donde el destino le marcó. Lázaro Gallego “El Nini”, torero le pese a quien le pese.
Artículo de opinión de Vicente Parra Roldán.
