El mes de agosto ha supuesto un punto de inflexión en la temporada de David Galván, un mes en el que el torero gaditano ha demostrado su capacidad de superación, su concepto y el gran momento que atraviesa.
El inicio no fue sencillo. El 6 de agosto, al otro lado del Atlántico, Galván sufría una cornada en el escroto en su primer toro de Coracora, un percance que le impidió torear al siguiente día, y retrasó su regreso a España cuatro días más tarde. Sin embargo, lejos de frenarle, el contratiempo se convirtió en un nuevo reto.
Aún con los puntos de sutura, reapareció el 15 de agosto en La Malagueta, donde firmó una de las mejores tardes de su temporada y una de las faenas de mayor regusto del ciclo malagueño. Los fantasmas de la cornada con el capote de Coracora desaparecieron en el momento de recibir a la verónica al primero de su lote, verónicas templadas, acompasadas, con reminiscencias añejas que hicieron conectar al público desde el primer momento. Con la muleta, su mano izquierda volvió a ser protagonista en una faena templada y de mucho sello que caló hondo en la afición malagueña. Solo la espada impidió un triunfo mayor, pero su actuación quedó en la memoria de los tendidos.
Tan solo 24 horas después, el 16 de agosto en El Burgo de Osma logró abrir la Puerta Grande ante la corrida de Yerbabuena. La corrida no se lo puso nada fácil a Galván y tuvo que inventarse 2 faenas frente a un lote áspero, al que con concepto, determinación y dos grandes estocadas, terminó cortándole un total de 3 orejas consiguiendo así mantener la estadística en esta plaza consiguiendo por 3ª vez abrir esa puerta con 3 orejas.
El día 17 en Dax se enfrentó a una seria corrida de Pedraza de Yeltes. El encierro, grande pero vacío, exigió a un torero que, una vez más, se inventó su lote y dejó su sello en una de las plazas de mayor categoría del sur de Francia, firmando lo más destacado de tarde, tal como lo reconocieron los distintos titulares en prensa.
El 30 de agosto, la cita era importante, una seria e imponente corrida de Adolfo Martín aguardaba en lo corrales del coso de Daimiel. La tarde comenzaba con el percance de Luis Miguel Vázquez dejando así el festejo en mano a mano, David se hizo cargo de ese primero de la tarde y le firmó una gran faena de nuevo con la mano izquierda y rematada con una gran estocada. Al tercero de la tarde de nombre “Aviador” le toreó a placer con la mano izquierda, naturales templados, profundos, que levantaron al público de Daimiel, de nuevo remató la obra con una gran estocada cortando las 2 orejas, que sumadas a la oreja que cortó al primero de la tarde hacían un total de 3 consiguiendo una nueva puerta grande.
Un día después, 31 de agosto en Ejea de los Caballeros, Galván remató su mes triunfal con una tarde redonda. Cuatro orejas a la corrida de Lagunajanda, faenas de poso, peso y temple, y dos estocadas de enorme rotundidad dejaron constancia del momento extraordinario que atraviesa el torero gaditano.
En total, 10 orejas y 3 Puertas Grandes en un mes de agosto marcado por la entrega, la superación y el toreo. Un balance que confirma a David Galván como uno de los grandes nombres de la temporada
















