Un rotundo David de Miranda como cierre de feria en Linares

La plaza de Santa Margarita volvió a vibrar en una tarde cargada de emociones, en la que el nombre propio fue David de Miranda, que rubricó una actuación memorable cortando cuatro orejas y un rabo, confirmando el gran momento que atraviesa esta temporada.

Desde que abrió plaza se adivinó que venía dispuesto a todo. Con el primero de Juan Pedro Domecq dejó verónicas de mucho sabor y un quite ajustadísimo que levantó los tendidos. La faena de muleta arrancó con estatuarios de quietud absoluta y tuvo hondura y temple en series largas por la derecha y naturales de enorme ajuste. El toro fue apagándose, pero el onubense sacó arrestos para arrimarse con verdad. La estocada, certera, le puso en las manos dos orejas incontestables.

El clímax llegó en el cuarto. Con el capote toreó con empaque y luego bordó una faena que tocó la fibra del público linarense. La plaza entera rugió al compás de su entrega. Hubo muletazos de una pureza y una emoción difícil de describir, con el público coreando su nombre. Tras una estocada entera, el delirio: dos orejas y petición unánime de rabo, concedido, y vuelta al ruedo entre clamores de “¡torero, torero!”. Una tarde que marca un antes y un después en su carrera.

Pablo Aguado dejó la impronta de su torería en los dos toros de su lote. Suavidad, estética y gusto en las verónicas y chicuelinas, y muletazos de seda que llegaron con fuerza al tendido, aunque los pinchazos le impidieron tocar pelo. Fue ovacionado en ambos turnos, y su toreo quedó grabado en la retina de quienes saben valorar la clase por encima de los trofeos.

El más joven del cartel, Manuel Román, enseñó su concepto artístico y un poso impropio de su corta trayectoria. Dio una vuelta al ruedo tras petición en su primero y saludó ovación en el segundo, dejando detalles de torero con personalidad y un porvenir más que prometedor.

Plaza de toros de Linares, última de feria por San Agustin 2025, toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados y de buen juego en general, destacando el lote de David De Miranda.

David de Miranda, dos orejas y dos orejas y rabo;

Pablo Aguado, ovación con saludos y ovación;

Manuel Román, vuelta al ruedo tras petición y ovación.