DAVID DE MIRANDA ALTERNATIVADO POR JOSÉ TOMÁS

Vicente Parra Roldán

La enorme expectación creada en torno a José Tomás tuvo una gran repercusión en todos los sentidos y la ciudad se vio durante todo el día con un ambiente extraordinario, con mucha gente por las calles y muchas ganas de ver toros. Por eso no extrañó que, desde mucho antes de empezar el festejo, los graderíos estuviesen cubiertos y con mucha animación, por lo que el primer objetivo pedido al torero madrileño estaba cubierto para alegría de muchos.

Entre las cosas buenas de José Tomás está su exigencia de contar con reses de aceptable presentación. Y los toros de Victoriano del Río, sin ser nada del otro mundo, tuvieron una correcta presencia y, dentro de la mansedumbre generalizada, ofrecieron un juego dispar, destacando los que salieron en cuarto y primer lugares que tuvieron mucha nobleza.

David de Miranda tomó la alternativa lidiando a “Distante”, marcado con el número 42, de 495 kgs de peso y de piel negra. Y se la cedió José Tomás cuando el reloj de la plaza marcaba las 20:19 horas tras un largo parlamento.

El toricantano se mostró muy firme y sereno en la faena brindada a su madre y, cuando el animal se quedó parado, el triguereño se metió entre los pitones emocionando a los espectadores. Al entrar a matar sufrió un golpe en el mentón y cortó las dos orejas. En el que cerró plaza se lució en los quites y, con la muleta, David de Miranda estuvo firme hasta que el animal se apagó y se dio otro arrimón, perdiendo un trofeo por necesitar de un pinchazo y una estocada, pero recibiendo una fuerte ovación.

El público siempre estuvo con José Tomás que comenzó su quehacer muleteril con estatuarios sin inmutarse para seguir con una faena en la que, aisladamente, surgían momentos geniales, como en un gran natural, en unas trincherillas y en otro de la firma, demostrando su poderío antes de dejar una estocada algo trasera y lograr las dos primeras orejas, un premio excesivo que, con un apéndice, hubiese sido más justo. Sin embargo, en el cuarto, el madrileño toreó muy bien al natural, templando mucho y mandando más haciendo que el manso toro embistiera como uno bravo. Una gran estocada culminó el brillante quehacer y conquistó las dos orejas aunque parte del público también solicitó el rabo que la presidencia no concedió.

El peor lote correspondió a Alberto López Simón. Su primero fue, además, violento y por ello muchos pases no fueron limpios en el largo trasteo que cerró de pinchazo y estocada, recibiendo una ovación y un aviso. En el quinto, un manso que tuvo movilidad, el de Barajas se lució en varias series de redondos y, aunque apenas se lució al natural, tras dejar una estocada recibió dos orejas, posibilitando la salida a hombros de la terna actuante.

Tuvieron que desmonterarse Fernando Pereira, Pedro Muriel, Manuel Martín y Manolo Contreras en una tarde en la que hubo mucho triunfalismo en los tendidos desde donde se premió con generosidad a los actuantes en una tarde en la que los diestros no tuvieron la colaboración de los toros para haber ofrecido el espectáculo deseado por todos en el festejo de mayor fuste del abono colombino del presente año.

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