Los numerosos triunfos alcanzados por el novillero sin caballos Juan Luís Llanes “El Calañés” habían entusiasmado a sus seguidores y, de manera especial, a sus paisanos por lo que en la feria de 1.957 se organizaron una serie de festejos taurinos, integrado por una novillada con picadores en la que debutaría el diestro local, una novillada sin picadores y un festejo cómico–taurino.
La novillada se celebró el día 25 de julio y el cartel estuvo compuesto por la rejoneadora La Princesa de París, los novilleros Pepe Cabello y Juan Luís Llanes “El Calañés” ante reses de Torrealta. La rejoneadora se lució en el rejón de castigo y banderillas y, pese a necesitar de tres rejones de muerte y que descabellase el sobresaliente, La Princesa de París fue premiada con las dos orejas. El sevillano Pepe Cabello se lució con capote y muleta, sacando excelentes pases con ambas manos, cortando una oreja a su primero y fue ovacionado en el otro.
La atención estaba en el diestro local y El Calañés estuvo muy pundonoroso toda la tarde, estando muy cerca de los pitones, ofreciendo pases escalofriantes que fueron ovacionados y acompañados por la música. En su primero fue cogido aparatosamente pero sin consecuencias. Le cortó una oreja a su primero y fue muy ovacionado en el último mientras sus paisanos quedaban muy satisfechos a pesar de estar aún poco placeado.
En la segunda novillada actuaron Isaías González, Juan González, Antonio Alonso y Sebastián Jiménez quienes se enfrentaron a erales de Concepción Candau que resultaron bravos y manejables, a excepción del primero que puso en aprietos al torero valverdeño revolcándolo en varias ocasiones pero sus ganas hicieron que el público le premiara con un trofeo al igual que sus compañeros de cartel.
La feria se cerró con el espectáculo cómico-taurino Andalucía Taurina, actuando en la parte seria el capitalino Lázaro Gallego “El Nini” que triunfó ante una res de Concepción Candau.
Por Vicente Parra Roldán
