Faltó sensibilidad en la afición choquera

Mucho más público del esperado en el primer festejo colombino que hizo que la distancia social, de la que tanto se había hablado, no se respetase, especialmente en los tendidos de sombra que se cubrieron como en otras tantas tardes en las que se calificaba la entrada como “muy buena”.

Pero esos cientos de espectadores que se dieron cita en los tendidos no tuvieron la sensibilidad que marcaba la ocasión. Cierto es que, desde la empresa, tampoco se propició que aflorara esa sensibilidad y la propia empresa la sufrió en sus carnes.

La afición onubense se olvidó de las personas que, desgraciadamente, han perdido la vida por el maldito virus y, entre esas personas, hay algunas del mundo del toro no solo nacional sino también local. Se podía haber tenido un recuerdo para ellos de una forma de mayor realce que los ribetes luctuosos que vistieron las banderillas. Fue un grave error.

Como también lo fue que, en este primer festejo de la temporada, no hubiera un recuerdo para taurinos onubenses que nos han dejado en los últimos meses, como, entre otros, el matador de toros Sebastián Borrero Morano “Chamaco II”, el novillero Manuel Roig Meca “Niño de la Isla”, el que fuera presidente de la Tertulia Miguel Báez “Litri” del Barrio del Matadero, José Castilla Vázquez, el periodista Cipriano Díaz Martínez y otras personas, incluso la madre de uno de los altos ejecutivos de Espectáculos Taurinos La Merced SL.

Pero la afición demostró carecer de sensibilidad en otro momento: cuando no rompió a aplaudir a la empresa por el esfuerzo realizado por organizar la feria y que nuestra ciudad no se quedara sin toros en sus días grandes. Hay que reconocer que la empresa, en este aspecto, lo ha hecho bastante bien y, de ahí, que mereciera esa ovación de los aficionados. Tampoco los toreros cayeron en brindarles una de sus actuaciones al equipo empresarial, pero los toreros dicen mucho que quieren ayudar a resolver la situación por la que pasa el taurinismo y, sin embargo, se oponen a que el principal medio para ello, la televisión, estén en directo en sus actuaciones. Ahora más que nunca se necesitan esas retransmisiones pero los toreros se niegan a ellos. ¿ Cómo se va a fomentar la afición entre los más jóvenes? Que aprendan del futbol.

A pesar de la veteranía, más de dos siglos de historia taurina local, esta afición aún tiene mucho que aprender y, sobre todo, a respetar a los suyos. Hoy, seguro, se parte la camisa con lo que hagan algunos de los anunciados en el macrocartel del día grande que, por cierto, no es novedad pues ya el 30 de agosto de 1.991 se celebró otro espectáculo con ocho reses.

Articulo de opinión de Vicente Parra

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