Ruiz Miguel, templó, ligó y mando en San Juan del Puerto.

Cincuenta años de alternativa, con su mente puesta en su pasión, el toro.

Vivir por y para el toro, desde la más tierna infancia hasta nuestro días, así ha sido la vida de un grande de la tauromaquia, el maestro Francisco Ruiz Miguel.

Lleno en las plazas y cautivo a los aficionados, temporada tras temporada, hoy lleno el teatro de San Juan del Puerto y embeleso a los aficionados que allí se dieron cita.

Humildad, sacrificio, decisión y una mente privilegiada, son las armas de uno de los grandes del toreo.

No fueron fáciles los comienzos del torero de La Isla, familia de nueve hermanos que tenían que sacar adelante entre todos, primero vendiendo leche donde vio la grandeza del toreo en la finca donde repartía, después paso por los paletas (albañiles), que dejó al poco tiempo, al comentar que lo dejo porque tenía los ojos rojos como brecas, de la mezcla que le caía cuando lucía una pared.

Desgranado su vida y sus peripecias le fue sacando el periodista Emilio Trigo, quien manejo con frescura y soltura la amena charla, que levantó más de una risa y múltiples aplausos.

Espontaneo, ameno, sincero y con una sola verdad en su palabra, hacer las cosas de corazón sin buscar el mal para nadie, así dejó patente Ruiz Miguel su paso por la VIII Charla de la Peña Cultural Taurina de El Castoreño de San Juan del Puerto.

Nos habló de sus hazañas, de sus puertas grandes, de sus record, que aún siguen vigentes sin que ningún torero en los últimos 48 años, lo haya superado.

Saber estar colocado delante de la cara del toro y el temple, son sus armas doradas que le han mantenido en la cresta del escalafón durante temporadas…

Un apoderado que lo puso a funcionar y en dinero y que lo acompaño hasta su último festejo, Pepe Luis Segura…

Sus once puertas grandes de Madrid, si bien una de ellas fue porque lo sacaron los aficionados, tras cortar una oreja y dar cuatro vueltas al ruedo…

El rabo en La Maestranza de Sevilla, que aún nadie lo ha superado y que le dio alas para estar en lo más alto…

Sus record de corridas de Miura, Victorino Martín o Murteira Grave entre otras ganaderías…

Desde su apoderamiento con Segura, cuando veía salir un Miura por los corrales, lo que veía era dinero,…

Mil y una anécdotas que dejo al público con atención máxima a cada palabra que pronunciaba el maestro Ruiz Miguel.

La nota que puso la parte más entrañable de la velada, llego en forma de vídeo, donde ganaderos toreros y comunicadores dieron un abrazo y palabras de cariño al maestro, Los Hermanos Miura, Victorino Martín, Cuadri, Francisco Rivera Ordoñez, David Galván y los hermanos Enrique y Juan Ramón Romero, pusieron imagen y voz a esos mensajes.

Previo a esta charla daba la bienvenida el presidente de la Peña Juan Blandón, quien reivindico enérgicamente una Escuela Taurina en Huelva, única provincia andaluza que no tiene Escuela Taurina. Al tiempo que insto a todas las instituciones, aficionados y profesionales que pongan de su parte para el próximo año podamos hablar de la Escuela Taurina de Huelva.

Tras su bienvenida se otorgó al premio Templando la Bravura a Juan Antonio Carbonell, quien en palabras del presidente de la peña señalo que es un premio a su trayectoria y más concretamente a estas dos últimas temporadas que han sido extraordinarias, por su parte Juan Antonio emocionado por tal distinción, dijo ser el premio más importante que ha recibido en su carrera y que no le importaría recibir otro más el próximo año.

Cerro el acto la Alcaldesa Rocío Cárdenas con dos palabras, Felicidades y Gracias, que amplió hacia la peña y el propio matador, al tiempo que dejo claro que si por algo es conocido San Juan del Puerto, es por sus capeas, algo que es seña de identidad de la localidad, y que sea cual sea la corporación municipal, esta tradición se mantendrá.

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