Toreros de ayer: Hermanos Navarro

La dinastía de los “Navarro”, formada por los hermanos Rafael, Hilario y Manuel Navarro Hurtado, fue protagonista de dos décadas de toreo en nuestra ciudad por cuanto cada uno de ellos tuvo un largo recorrido en el tiempo, aunque no siempre viniese acompañado de actuaciones.

El mayor de ellos Rafael formó parte de un grupo denominado Niños de Huelva que actuaron en un festejo el 7 de diciembre de 1902. De esos niños el más destacado fue Rafael por lo que se ganó una repetición el 21 de diciembre junto a su hermano Hilario. Repitió actuación el 19 de julio de 1903 junto a Donato y Giroba.

Después llegó una época de ostrasismo hasta el 8 de agosto de 1909 que volvió a hacer el paseíllo junto a Aguilerita y Ricardo Hermosilla siendo muy ovacionado.

Dos actuaciones se le contabilizan en el año 1910, una el 12 de junio y otra el 10 de julio. El triunfo de la primera en la que actuó con Machaquito y Reberte II con ganado de José Carvajal le sirvió para repetir y actuar junto a Peguerito y Torerito.

Estos triunfos le sirvieron para que en el año 1913 actuase en dos ocasiones. El 10 de mayo junto a Posada y Juan Belmonte y el éxito le valió para repetir una semana más tarde y actuar junto a Rosalito y el Mejicano Pascual Bueno para lidiar reses de Félix Suárez.

El 5 de julio de 1914 actuó junto a Varelita y García Llanes. Rafael Navarro resultó empitonado sufriendo una gran contusión en el vientre y conmoción visceral que le impidió continuar la lidia.

Su último paseíllo en Huelva fue el 28 de mayo de 1916 junto a Simón Quintero “Tronio” y Madrileñito con ganado de Féix Suárez y donde los tres espadas fueron avisados al no acertar con los aceros.

Posteriormente cambió de categoría y pasó a ser subalterno, aunque no llegase a actuar en muchos festejos. El 25 de mayo de 1918 actuó en una novillada en Barcelona, en la plaza de Las Arenas donde recibió una gravísima cornada que le produjo la rotura de la femoral. Días después le fue amputada la pierna izquierda y el 29 fallecía a consecuencia de una peritonitis.

Su hermano Hilario también aprendió en las capeas y con su hermano Rafael. Su primera actuación en Huelva fue el 21 de diciembre del 1902 junto con su hermano Rafael.

No volvió a actuar hasta dos años más tarde, el 5 de junio de 1904 con Pedro García Aguirre y Manuel Quintero y ganado de Evaristo Martín. Su buena actuación le valió para repetir dos semanas más tarde, el 19 con El Pipa y Catano y reses de Julio Millán.

Actuó en algunos pueblos de la provincia y dejó de actuar para reaparecer sorprendentemente el 9 de julio de 1911 actuando con Luís García Llanes y José Rodríguez Báez “Litri II” con erales de Gregorio Rite. Ante el triunfo de los tres espadas se repitió el cartel, aunque con erales de Fernández Tassara, el 6 de agosto.

Volvió a hacer el paseíllo en su tierra al año siguiente, el 28 de julio de 1912 actuando junto a Simón Quintero Tronío, Manuel Damota “El 1” y José Rodríguez Báez “Litri II” con reses de José Vázquez. La tarde fue triunfal para Hilario que le cortó un apéndice a cada uno de sus oponentes. Repitió actuación el 4 de agosto junto a Corcito, Zapaterito y Pedro García Aguirre con reses de Romoaldo Jiménez, que ofrecieron mucho peligro hasta tal punto que cinco toreros pasaron por la enfermería.

Este fue su último paseíllo en Huelva pues después se marchó a trabajar a Sevilla donde se estableció.

El tercer hermano fue Manuel que también aprendió el oficio, como sus hermanos, en las capeas de los pueblos de esta provincia.

Tras el aprendizaje y algunas actuaciones como subalterno, debutó en Huelva el 20 de junio de 1915 actuando con Manuel García Venancio ante novillos de Manuel Morón y Morón. Manuel paseó una oreja que la presidencia no había sido concedida.

No volvió a actuar entre sus paisanos hasta el 2 de agosto de 1919, actuando junto a Pineda y Correa Montes con ganado de Gregorio Campos y no pasó nada importante en este festejo.

Su último paseíllo en la capital onubense fue el 16 de abril de 1922 junto a Pedro Morales “San Luqueño” y Gitanillo. No estuvo lucido y decidió pasarse a banderillero a las órdenes de Antonio Posada, actuando además con otros matadores de la época y viajando a América con Rafael Gómez “El Gallo”.

Artículo de Vicente Parra Roldán.

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