Tras los problemas acaecidos en la Monumental Plaza de Huelva, el empresario José Luís Pereda García emprendió la ardua tarea de remodelar la añeja plaza de Las Colonias. Y, para su reapertura el 29 de julio de 1984 quiso contar con la presencia de Miguel Báez Espuny “Litri” como ya hiciera el 5 de septiembre de 1902 su padre Miguel Báez Quintero, el primer Litri de la historia.
Miguel aceptó el reto y se preparó concienzudamente para los dos festejos que había contratado. En el primero de ellos, con reses de Jandilla, actuó junto a Curro Romero y Pepe Luís Vázquez. Con su primero, el maestro no pudo lograr el éxito deseado por cuanto el animal, gazapón y con escasas fuerzas, no se prestó al lucimiento entre el desencanto de los espectadores que, en todo momento, prestaron su apoyo al torero que había realizado un gran esfuerzo para estar en el ruedo en esa jornada histórica. Sin embargo, el veterano torero se sacó la espina en el cuarto, con el que, en un gesto de orgullo, estuvo en la línea habitual para, con su toreo de siempre, enloquecer a sus paisanos, quienes se rindieron y le concedieron las dos orejas en las que hubo mucho de sentimentalismo y de generosidad por el esfuerzo realizado para estar en la plaza.
Volvió Litri a torear en Huelva el 3 de agosto de 1.984 junto a Paco Ojeda y Sebastián Borrero “Chamaco II” que tomaría la alternativa con reses de Gabriel Rojas. En esta ocasión, Miguel Báez estuvo en Litri con su personal manera de concebir el toreo y que tanto gustaba a sus paisanos, Hubo mucha emoción durante toda su actuación, especialmente en el primero porque el maestro ofreció toda su gama para el deleite de sus admiradores que, emocionados, le entregaron las dos orejas. La suerte se mostró esquiva porque el toro de la despedida, cuya faena brindó al empresario José Luis Pereda, no dio ningún tipo de facilidades para que la tarde fuese más jubilosa para el diestro, quien fue obligado a dar una clamorosa vuelta al ruedo al finalizar su actuación como reconocimiento del esfuerzo realizado para estar en estos festejos.
Su última actuación en Huelva fue el 12 de octubre de 1.984 en un festival junto al rejoneador Manolo Vidrié, Chamaco, Diego Puerta, Curro Romero, Paco Camino y Miguel Báez Litri hijo que se presentaba en Huelva, con novillos de Jandilla. En esta ocasión, Miguel Báez Litri volvió a enloquecer a su Huelva con su toreo peculiar, impresionando a los espectadores con sus cites desde lejos, con su espectacular toreo y, finalmente, con sus desplantes. Locura en los tendidos con un público que pareció rejuvenecer varias décadas. Pese a fallar a espadas, los tendidos estuvieron con el torero local, concediéndole una oreja.
En total Miguel Báez Litri ha hecho en 54 ocasiones el paseíllo en las plazas onubenses. En dos ocasiones fueron en novilladas sin picadores; en trece novilladas y otras tantas corridas de toros y veintiséis festivales. A esta cantidad hay que añadirle una actuación que sirvió para el rodaje de la película “El Litri y su sombra”.
Artículo de Vicente Parra Roldán.
