Toreros de ayer: Rafael Carbonell, Parte (I)

El nombre de este torero está ligado a la historia taurina onubense porque de ser una figura prometedora y con un camino esperanzador pasó a ser recordado como el único torero que, desgraciadamente, a fallecido a consecuencias de unas heridas producidas en un festejo celebrado en la añeja plaza de Las Colonias el 17 de junio de 1954.

Rafael Carbonell llegó a totalizar trece actuaciones en el ruedo capitalino en el que debutó el 11 de mayo de 1952 en una novillada de promoción actuando junto a José Gómez Vélez, Aníbal Oliveira, Antonio Molina Periáñez y Manuel Risueño para lidiar novillos de Julia Cossio. Carbonell, planta y genio, valor sereno y tranquilidad sin frontera. Un nuevo valor en la torería onubense. Pese a no tener grandes conocimientos ni una preparación adecuada dejó estela de su auténtico valor que le hicieron ser el triunfador del festejo ganándose, además de las dos orejas de su oponente, la oreja de plata puesta en litigio.

Caliente aun su triunfo repitió actuación el 22 de mayo junto a Manuel Risueño y Álvarez de Luna para lidiar reses de Julia Cossio y Juan Belmonte. En su primero, un animal con peligro y que cortaba por ambos pitones, estuvo digno y valeroso siendo premiado con una fuerte ovación. Pero se desquitó en el otro un toro huido y con resabio, aunque lo condujo muy bien con la muleta con muletazos suaves y preciosos, plástico y armónico. Se sucedieron los estatuarios naturales muy lentos entre el clamor de la plaza que a mitad de la faena ya pedía las orejas. Por ello, cuando finalizó le fueron concedidos los máximos trofeos y salió triunfalmente por la puerta grande.

Pronto llegó una nueva repetición, el 12 de junio actuando con Antonio Cobo y Joselito Romero con astados de Juan Belmonte. De nuevo, magnífica actuación de Rafael que realizó dos brillantes faenas con la muleta pero que, no tuvieron el fiel reflejo a la hora de matar y lo que era un triunfo grande se quedó en paseos por el ruedo al finalizar con cada uno de su lote.

La afición estaba con Rafael Carbonell y el 29 de junio iba a hacer un nuevo paseíllo, pero la lluvia lo impidió y el festejo se retrasó al 6 de julio. El cartel lo componían Enrique Vera, Curro Galisteo y Carbonell con reses de José María Lancha. Los novillos, mansos y quedados no colaboraron con los toreros y el onubense no tuvo opción alguna para el lucimiento como así lo comprendió el aficionado.

Un nuevo paseíllo realizó Rafael Carbonell en la tarde del 18 de julio. Con el Mariano Martín Carriles y Juan Pérez Recio con novillos de Joaquín y Juan de Dios Pareja-Obregón. Tampoco encontró colaboración en el ganado, siendo aplaudido en el primero y estuvo breve con el segundo tras el que escuchó algunas palmas.

No volvió a pisar el coso capitalino durante el resto de la temporada, pero sí lo hizo en muchas localidades de la provincia, donde fue acompañado por los numerosos partidarios que habían ido surgiendo en su carrera.

Artículo de Vicente Parra Roldán.

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