Novillero onubense que, aunque no sumó muchos festejos en su historial, si realiza una intensa labor con los jóvenes aspirantes onubenses a los que ayuda, enseña y aconseja y, en los últimos años, muchos son los que han recibido los sabios consejos de este reconocido taurino.
Nacido en la Plaza de La Merced, la afición le llega por sus vínculos familiares y por la cercanía con el coso taurino, al que, desde muy joven, acude con curiosidad y, con el paso del tiempo se aficiona y empieza a entrenar con los toreros de la época. Así mismo participa en numerosos tentaderos en los cercados provinciales y toma parte en algunos festejos de localidades de nuestra provincia.
Su gran día llegó el 18 de junio de 1967 fecha en la que debutó en la Plaza de La Merced, haciendo el paseíllo junto a Diego Ortiz “Niño del Tercio”, Lázaro Gallego “El Nini”, Pepe Muriel, Antonio Pérez Recio y Antonio Alonso “Nené” para lidiar ganado de Manuel Cañaveral, que pusieron a prueba a los inexpertos toreros que, por su parte pusieron mucha voluntad para salir airosos de la prueba y superaron los numerosos revolcones a lo largo de la lidia. Tony Garzón superó las dificultades con el capote y la muleta, pero la poca eficacia a la hora de matar hizo que su labor se quedase en una fuerte ovación como reconocimiento por parte de los espectadores mientras recogía numerosos ramos de flores lanzados al ruedo.
Su segunda actuación en nuestra ciudad fue ya en la Plaza Monumental y tuvo lugar en una nocturna durante Las Colombinas de 1969, concretamente el 5 de agosto, actuando al lado de El Nini, Blas Romero “El Platanito”, Antonio Coello y Manuel Sanpedro “El Piri” ante erales del Marqués de Valduesa que dieron escasísimo juego e imposibilitaron el lucimiento de los espadas. Tony Garzón estuvo muy valiente toreando tanto con el capote y la muleta escuchando música durante su actuación. No acertó con los aceros y paseó el ruedo para agradecer las muestras de reconocimiento por parte del público.
Posteriormente Tony Garzón ha estado ligado al planeta taurino en muchos aspectos, especialmente en la formación y dirección de las carreras profesionales de distintos jóvenes así como fue el primer gerente que tuvo la Plaza de La Merced tras su reinauguración.
Articulo de Vicente Parra Roldán
