PACO TORRES Y SANTI ORTIZ VUELVEN A LLENAR LA PLAZA

Vicente Parra Roldán

Los festejos anteriores habían sido de mucho éxito en todos los sentidos, la afición onubense demandaba nuevos enfrentamientos entre los jóvenes valores de la torería local y la ciudad empujaba para un choque entre los toreros capitalinos Paco Torres y Santi Ortiz tras las brillantes actuaciones tenidas en jornadas precedentes. Por todo ello, no extrañó que para el domingo 24 de septiembre de 1.967 se anunciase un mano a mano entre los dos diestros choqueros, un cartel que fue magníficamente acogido por todos los estamentos, de tal manera que los tendidos de la plaza de toros estuvieron totalmente ocupados con partidarios de uno y de otro.

Pero, como tantas veces ocurre en el mundo taurino, el hombre propone, Dios dispone y el toro descompone, en esta ocasión los erales enviados por Rufino Moreno Santamaría dejaron bastante que desear y no sirvieron para el espectáculo ni para que los toreros pusieran de manifiestos sus cualidades. Fue el único borrón que tuvo el festejo y que el público supo entender.

El peor lote le correspondió a Paco Torres quien estuvo muy valiente durante toda la tarde y, de manera especial, en el que abrió plaza, con el que sufrió varios revolcones que no hicieron mella en su ánimo. Dadas las condiciones de sus oponentes, Paco no pudo conseguir el éxito esperado, entregándose en la búsqueda de un toreo que agradase a los espectadores que, siempre, estuvieron con él. Tampoco estuvo muy afortunado a la hora de actuar con los aceros, por lo que sus tres actuaciones fueron premiadas con unas fortísimas ovaciones como agradecimiento al esfuerzo realizado.

Tampoco fue bueno el lote que le correspondió a Santi Ortiz pero el diestro hizo un esfuerzo enorme por sacar el máximo de sus oponentes, dejando algunos momentos muy estimables y que fueron reconocidos por los espectadores. El novillero dio la vuelta al ruedo al concluir con el primero de su lote; fue capaz de cortarle una oreja, el único trofeo de la tarde, al cuarto tras un arduo trasteo en el que estuvo por encima de su oponente y fue silenciado en el que cerró plaza, uno de los garbanzos negros del encierro. En suma, una actuación más que digna dadas las cualidades de los erales.

Y así se desarrolló este esperado mano a mano entre los triunfadores de la temporada de 1.967 en nuestra plaza de toros. No fue el final esperado pero los espectadores salieron satisfechos con el esfuerzo realizado tanto por Paco Torres como Santi Ortiz, a quienes esperaban para nuevos festejos.

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