Se repartieron un total de once orejas y un rabo en la corrida del Día de Andalucía

Écija suma un nuevo capítulo triunfal en su remontada taurina. Hoy recuperaba una fecha tradicional y de prestigio en esta plaza, la corrida del Día de Andalucía, y lo hizo por todo lo alto, con buen ambiente en los tendidos y con una tarde de toros que acabó con la terna formada por Cayetano, Daniel Luque y Miguel Ángel Delgado, a hombros por la Puerta Grande después de cortar once orejas y un rabo. 

FICHA:

Se lidiaron seis toros de Albarreal, bien presentados y nobles aunque justos de fuerza.

Cayetano, dos orejas y oreja.
Daniel Luque, dos orejas y rabo y dos orejas.
Miguel Ángel Delgado, dos orejas y dos orejas.

Casi media entrada.

Saludaron en banderillas Iván García y Curro Robles.

COMENTARIO:

El primero de la tarde no estuvo sobrado de fuerza y Cayetano lo administró bien en una faena que tuvo pulcritud, temple y talento. Centrado y firme, supo aprovechar al de Albarreal mostrándose en todo momento por encima de su oponente, al que le faltó emplearse y transmitir. Mató de estocada y paseó dos orejas.

En cuarto lugar, Cayetano volvió a vérselas con un toro muy limitado de fuerza que no tuvo emoción. La faena consistió en mantenerlo de pie y Cayetano lo logró gracias a su temple. Estuvo correcto en todo momento y mató de buena estocada, lo que le permitió sumar otra oreja. 

Daniel Luque dio buenos lances en el recibo al segundo de la tarde, al que luego entendería a la perfección con la muleta. Hizo gala de su gran momento poniendo lo que le faltaba al animal, un toro justo de raza que se desentendía de la muleta. Labor de mérito y oficio culminada con gran estocada que le valió dos orejas.

Luque toreó a media altura al quinto con la intención de afianzarlo, pero el de Albarreal no paró de perder las manos y deslucir los intentos del torero. El de Gerena estuvo decidido y no se desmoralizó, pegándose un arrimón que acabó por convencer al público. Hizo posible lo que en principio parecía imposible, inventando una faena que fue premiada con dos orejas. 

Miguel Ángel Delgado fue cogido de forma aparatosa al intentar recibir de rodillas a la verónica al toro de su reaparición. Milagrosamente salió ileso y, como si no hubiera pasado nada, toreó muy despacio a la verónica. No acusó su inactividad el torero de Écija en la faena de muleta, en la que logró templar muy bien y gustarse en el toreo al natural, pitón por el que sacó todo el partido a su oponente. Feliz faena para el reencuentro, que le valió para cortar dos orejas a pesar de no estar fino con el acero.

Delgado dejó algunas verónicas estimables en el sexto, al que luego toreó con temple en la faena de muleta. Labor de mérito con otro toro noble al que le faltó empuje. El torero local estuvo por encima de este enemigo en una reaparición en la que dejó un buen sabor de boca. Cortó dos orejas.