Ayer un toreo de Huelva se jugó la vida en la plaza de toros de Cenicientos ante un toro de Prieto de la Cal, en la apertura con el capote al tercero de la tarde recibió una cornada en la zona perianal de un impacto extremo, donde la tragedia circundó una vez más en un sitio donde el toro que sale, es tremendamente astifino y rematado, fue operado en la misma plaza y posteriormente trasladado en helicóptero al Hospital 12 de octubre de la capital de España.
Llevo siguiendo la trayectoria de Alejandro desde sus comienzos de becerrista y de novillero con caballos hasta el doctorado del pasado año en su tierra, siempre atento al compromiso de calado en festejos de una crudeza infinita, cabe recordar que la segunda función después de hacerse matador de toros fue con una de Cuadri en Cortegana, Alejandro entiende que no tiene otro camino que para alcanzar objetivos a corto plazo tiene que torear este tipo de corridas duras.
Ayer en Cenicientos, una localidad a 80 kilómetros de Madrid que limita con Toledo y Ávila, un toreo de Huelva cargado de ilusión y con el objetivo siempre de triunfar en una plaza relevante para el aficionado exigente, en ese lugar se presiente que el toro que aparece es de una dureza sin límites, nunca rehusó Alejandro el compromiso de aceptar la responsabilidad de acudir a la cita y de estar a la altura y así lo fue, en el saludo capotero a un jabonero muy astifino de Prieto de la Cal, después de pegar tres verónicas excelentes jugando muy bien los brazos, sumamente asentado, Alejandro Conquero interpretó magnificante el el toreo a la verónica, es un diestro muy poderoso con el capote pero el toro recorta en cada encuentro hasta que le prende de muy feas formas, menos que Dios y su divina providencia estuvieron de su lado.
Hoy un torero de Huelva con valor y honradez escribe una gloriosa página en el toreo, gracias Alejandro por dignificar la profesión más hermosa del mundo, la de ser matador de toros.
ARTÍCULO DE ALFONSO LEANDRO.
