Artículo de Vicente Parra Roldán
No es muy dilata pero si triunfal la trayectoria de Daniel Luque en el coso de La Merced que lo ha pisado en tres ocasiones y en todas ellas supo conquistar al público onubense consiguiendo dos tardes muy importantes.
Su debut se produjo el 3 de agosto de 2011, actuando junto a Emilio Silvera y José Tomás. El de Gerena estuvo muy acelerado con el primero de su lote aunque trató de hacer las cosas bien en un trasteo donde primó la voluntariedad sobre la calidad. Dejó una estocada trasera y cortó una oreja. No pudo revalidar su triunfo porque le correspondió un flojo animal y la aceleración pudo con él.
Tardó en regresar a La Merced, haciéndolo el 31 de julio de 2021 y Daniel Luque se mostró arrollador toda la tarde. Bien con el capote supo meter en la muleta a un toro que amagó con rajarse. Dos buenas series con la derecha y una entrega absoluta, que le sirvieron para lograr una oreja, el mismo trofeo que obtendría en el otro astado, un animal que se agotó muy pronto pero el torero de Gerena estuvo por encima del animal y, cuando fue necesario, se puso muy cerca, cosa que el público le agradeció. Acabó con sus luquecinas y paseó el ruedo con otro apéndice que le sirvió para abrir la puerta grande en una tarde en la que reapareció en La Merced tras una larga ausencia
Su tercera actuación fue el 28 de julio de 2022 y esa tarde Daniel Luque cuajó a su primero con el capote, meciéndose en verónicas excelentes bajando las manos primero y rematando con las luquesinas con el capote en un alarde de seguridad absoluta. Formó un auténtico lío. Firmó un bonito comienzo de faena con trincherazos y muletazos por bajo y comenzó a cuajar en redondo a un toro de Juan Pedro bravo y con calidad. Lo hizo por ambos pitones con profundidad en el toreo fundamental y variedad y belleza en los remates. Especialmente profundas fueron las dos últimas tandas al natural que hizo que el público comenzara a pedir el indulto. Las luquesinas completaron una gran faena y, cuando Luque se fue a por la espada, el presidente sacó su pañuelo naranja indultando al toro Manzanillo, número 177 de 475 kilos. El quinto le dio un susto cuando volvía a bordar el toreo a la verónica, volteándolo sin consecuencias. Se repuso y remató el recibo. El toro volvió a avisarle por el lado izquierdo al llevarlo al caballo y en el quite. Luque brindó a José Luis Pereda y comenzó toreando con una rodilla flexionada a un toro al que tuvo que someter. Tenía teclas que tocar este ‘juanpedro’ y lo de Luque fue una lección de dominio y mando con la que conquistó de nuevo a la afición de Huelva. Faena de torero maduro y en gran momento que tuvo su culminación cuando metió al toro en la canasta al natural, pitón que parecía imposible. Luque cerró con estocada y dos orejas de peso una tarde pletórica.