Manuel Escribano cortó una oreja en la corrida de Miura que cerró la Feria

Hizo una gran faena al cuarto de la tarde, un excelente toro de Miura

Manuel Escribano se ha ratificado esta tarde como uno de los más sólidos triunfadores de la Feria al cortar una oreja al cuarto de la tarde, un gran toro de Miura. Se pidió incluso el segundo trofeo para el torero de Gerena que el presidente no concedió. Escribano fue, por tanto, el triunfador en el mano a mano que libró con Antonio Ferrera, forzado por la baja a última hora de El Fandi, que presentó parte facultativo aludiendo a problemas de ciática. Ferrera no tuvo en su lote toros aptos para sumarse al triunfo.

FICHA:

Se lidiaron toros de Miura, bien presentados. Destacó el cuarto.

Antonio Ferrera, silencio, silencio y silencio.
Manuel Escribano, silencio, oreja con petición de la segunda y ovación.

Saludaron en banderillas Ángel Otero, Joao Ferreira y Alberto Carrero.

COMENTARIO:

Ferrera toreó con oficio de capa al ‘miura’ que abrió plaza, un toro que no se entregó en la muleta y que fue acortando cada vez más su recorrido. Ferrera lo intentó pero apenas pudo sacar una serie. Mató de estocada fulminante.

Escribano no pudo lucir con el capote en el segundo, pero sí en el tercio de banderillas, cerrando con un par al quiebro y al violín pegado a tablas. Comenzó con muletazos por alto y cuando intentó torear en redondo el toro no paró de dar cabezazos y echar la cara arriba de forma molesta. A pesar de ello, el torero no perdió la compostura, muy centrado y por encima de su oponente. Mató de estocada desprendida y tuvo que descabellar.

El tercero fue un toro de envergadura que se aburrió pronto de embestir al capote de Ferrera. En la muleta nunca se empleó y le costó ir hacia adelante. Ferrera tiró de oficio y le robó algunos por el lado derecho en una labor de mérito que remató de pinchazo y estocada.

Escribano subió el tono de la tarde al irse a portagayola en el cuarto, al que luego toreó de forma excelente a la verónica. El toro acudió bien al caballo en los dos puyazos y Ferrera entró en quite. Escribano arriesgó en un emocionante tercio de banderillas. Brindó al público y comenzó la faena con dos pases cambiados por la espalda. Cuando toreó en redondo, templó bien a un toro bravo que transmitía mucho, el mejor de la corrida. Pero fue al natural cuando la faena alcanzó la cumbre con dos series ligadas y bien rematadas. Ligó una última serie con la derecha y se adornó antes de matar de estocada un punto desprendida. Esto fue lo único que pudo apartarle de cortar las dos orejas.

Ferrera puso variedad en el recibo al quinto, echando el toro las manos por delante en el capote. La falta de fuerza fue el principal problema de este Miura, que por lo demás era noble. Por esa falta de poder se defendió e impidió el lucimiento del extremeño a pesar de que intentó sacar partido por todos los medios. Mató de buena estocada y fue silenciado.

Escribano volvió a irse a portagayola en el sexto, toreando de nuevo con vibración a la verónica. El toro se enceló largo rato en el peto en el primer puyazo y se arrancó de lejos en el segundo. En banderillas volvió a lucirse el torero, sobresaliendo en el tercer par al quiebro pegado a tablas. Brindó al público y citó desde los medios dando las ventajas a un toro que comenzó pronto a quedarse corto. Escribano se empleó para sacar partido a la media arrancada del de Miura. Volvió a ser superior y mató de estocada efectiva para recoger la última ovación de la Feria.

FOTOS: ARJONA / PAGÉS

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