Rocío Romero perfila su entrenamiento en el campo bravo.

La novillera cordobesa se abstrae de las incógnitas sobre el comienzo y desarrollo de la temporada e intensifica su preparación de cara a posibles compromisos

Aún con la incertidumbre de saber cuándo y dónde podrá hacer el paseíllo por primera vez en 2021, Rocío Romero no descuida una preparación que durante el pasado año la mantuvo activa y a punto, a pesar de la imposibilidad de vestir de luces por la pandemia, y que en el presente sigue marcando el calendario con la vista puesta en las oportunidades que pueda deparar el nuevo año que ha comenzado con el aplazamiento de la primera cita que tenía en el calendario, el festival de Samadet, en Francia. “Son circunstancias normales, dentro de la situación que estamos viviendo. El año pasado ya me sirvió para mentalizarme y asumir que los aplazamientos pueden darse, ya que perdimos varios festejos, entre anunciados y comprometidos, por culpa de la pandemia”. Por ello, la novillera con picadores cordobesa afirma que “no me afecta en la preparación, pues todo se está centrando en ir día a día, en avanzar y en estar cada vez más preparada para cuándo surja la oportunidad, que ojalá sea pronto”.

Con ese planteamiento, Rocío Romero se abstrae de cuestiones que escapan a su control y, junto a su apoderado, Óscar Fernández, sigue desarrollando una hoja de ruta basada en el entrenamiento físico y técnico diario, así como en los tentaderos y lidia de toros a puerta cerrada en diferentes ganaderías, donde la progresión y las sensaciones son cada vez más positivas. “Noto que el avance es muy significativo”, apunta Romero. “Con las vacas y también con los toros, siento la progresión y, a la vez, esa sensación de poder expresar con mayor fluidez y naturalidad lo que pretendo con mi toreo”. “En parte – puntualiza – toda esta situación está sirviéndome para profundizar aún más en lo que quiero y en lo que vemos que falta para alcanzar el punto óptimo que queremos alcanzar. Ojalá pronto podamos hablar de fechas y carteles y tengamos la oportunidad de poner de manifiesto en la plaza todo el trabajo desarrollado en los últimos meses que, aunque han sido duros, por las circunstancias, yo los considero muy productivos”.

Recientemente, Rocío Romero ha tenido la oportunidad de lidiar un toro a puerta cerrada en la ganadería de Daniel Ramos y de tentar vacas en las ganaderías de Pincha o Prieto de la Cal, donde ha puesto de manifiesto el buen momento que atraviesa y la proyección que apunta.

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