El novillero Tristán Barroso ha sido el triunfador en la primera novillada de la feria de San Roque de Blanca al cortar dos orejas del último novillo de la tarde. El extremeño hizo la faena más completa a ese astado de Pablo Mayoral, que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. También estuvo a un gran nivel Diego Bastos, que no tocó pelo por culpa de la espada.
FICHA:
Se lidiaron cuatro novillos de Pablo Mayoral, bien presentados y de juego desigual. Cuarto, número 7, Roedor, premiado con la vuelta al ruedo.
Diego Bastos, vuelta tras petición y silencio.
Tristán Barroso, silencio y dos orejas.
Tres cuartos.
El banderillero Felipe Peña Carvajal fue atendido de “Herida por asta de toro con dos trayectorias, una anterior que disecciona los vientres musculares de15 cm, otra craneal de 15 cm subcutánea. Pronóstico menos grave”.
COMENTARIO:
Diego Bastos abrió la tarde con una faena de nivel a un novillo de Pablo Mayoral que se dejó hacer, sobre todo por el pitón derecho. Por ese lado lo entendió muy bien y dio los mejores muletazos de su actuación. El sevillano mostró sus buenas maneras con el serio novillo que abrió plaza. Mató de estocada atravesada y hubo petición de oreja, que el presidente no concedió. Vuelta al ruedo.
No encontró Diego Bastos colaboración en el segundo de su lote, un novillo desclasado que no regaló embestidas. Bastos expuso y se empleó logrando sacar muletazos en una labor importante y muy por encima de la condición de su enemigo que emborronó con la espada.
Tristán Barroso toreó bien de capa al segundo de la tarde, dejando buenas verónicas en el recibo. En la muleta al toro le costó romper hacia delante algo limitado de los cuartos traseros. A Barroso se le vio solvente en todo momento, por encima de la dificultad de su enemigo. En cambio no estuvo fino con la espada. Silencio.
En el cuarto Tristán Barroso cuajó un vibrante recibo de capa que encendió los tendidos. Con la muleta aprovechó al mejor novillo construyendo la faena más completa de la tarde. Sacó a relucir oficio y buenas formas toreras en una labor de mucha altura que remató de estocada al segundo intento. La faena fue premiada con dos orejas de peso.
