VICTORIA LÉRIDA TRIUNFA EN UN FESTEJO EN EL AÑO 1.935

VICENTE PARRA ROLDÁN

Un curioso festejo se celebró en la añeja plaza de toros de Huelva en la jornada del 23 de junio de 1.935. El mismo estuvo compuesto de tres partes: en la primera actuaron las señoritas toreras onubenses Victoria Lérida y Esperanza Márquez; la segunda parte contó con la actuación de Enrique Carrasco “Frijones II” y Eduardo Suárez “El Mirlo” y, en la tercera, los becerristas José Molina “Niño del Nuevo Mundo” y José Rivero “Riverito de Huelva”. Todos ellos actuaron ante reses de la Viuda de López Plata.

La triunfadora de la tarde fue Victoria Lérida, que toreó a la verónica de forma artística ganándose las primeras palmas. Con la muleta, aunque molestada por el viento, logró diversos pases artísticos, de cerca y valiente; naturales por bajo, de pecho y en redondo que gustaron mucho por lo que fueron seguidos por los “olés” del respetable. Mató extraordinariamente al primer intento, para cortar una oreja y dar una triunfal vuelta al ruedo en medio de una larga y justa ovación de los tendidos.

Menos puesta que su compañera estuvo Esperanza Márquez que tuvo deseos de agradar y mucha voluntad por hacer las cosas bien. Con el acero estuvo deficiente pero, pese a ello, el público le aplaudió.

Muy valiente estuvo “Frijones II” ante un animal tardo y mansurrón. Con la muleta estuvo valiente en unos enormes pases de rodillas; después, de pie, estuvo reposado y tranquilo, matando muy bien a la primera y cortando una oreja, el mismo trofeo que obtuvo “El Mirlo” que se mostró muy valiente. Llevó a cabo una buena labor con la muleta, logrando algunos pases que llegaron a los tendidos por su sabor y calidad para terminar matando aceptablemente.

En la parte final del festejo, no hubo tanta diversión. “El Niño del Nuevo Mundo” no pudo hacer nada con el capote y con la muleta logró sacar algún pase suelto hasta que, en una colada del animal, le derribó proporcionándole un fuerte porrazo en la cabeza produciéndole una conmoción cerebral por lo que fue retirado a la enfermería. “Riverito de Huelva” no estuvo bien con el que mató en sustitución de su compañero y tampoco afortunado con los aceros por lo que, tras oír los tres avisos, el animal fue devuelto a los corrales. En el que cerró plaza, Riverito llevó a cabo un muleteo voluntarioso y en esta ocasión, mató a la primera.

Ni que decir tiene que el público salió satisfecho de lo contemplado y de manera especial lo llevado a cabo por la torera Victoria Lérida a quien la afición acogió como nuevo ídolo.

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