Roca Rey y David de Miranda llenan de contenido el encuentro con los aficionados.

La cultura, la tauromaquia, el respeto, el saber estar y la magia de un encuentro de dos grandes toreros se daban cita en las tablas del Gran Teatro de Huelva.

Tres sillas, una mesa auxiliar y un capote de brega, era más que suficiente para albergar a dos grandes de los ruedos, el peruano Andrés Roca Rey y el triguereño David de Miranda, moderados por el periodista José Enrique Moreno.

Cercanía con los aficionados, verdad en sus palabras y firmeza en la plaza, es lo que desprenden los dos espadas que se medirán el próximo 3 de agosto en el coso de la Merced, en su primer encuentro como matadores de toros.

Se conocen desde su época de novilleros sin caballos y han coincidido en varias plazas de Francia y España con los del castoreño, ahora toca hacerlo de matador de toros en Huelva y esperamos que se repita en otras plazas.

Dicen que los toreros se ven venir, que lo son dentro y fuera de la plaza, así lo han demostrado David y Andrés a su llegada al Gran Teatro, levantando gran expectación y llenando el patio de butacas.

Hablan despacio, torean despacio, miden sus palabras y miden al toro en la plaza, son educados y respetuosos con el público y sus compañeros y eso se vivió esta noche en el encuentro que ambos han mantenido con los aficionados.

Se respetan y se admiran, pero ninguno quiere que el otro quede por encima en una tarde de toros, ese sano pique lo viviremos el próximo 3 de agosto en el coso de la Vega Larga, donde romperá cartel Miguel Ángel Perera.

Nos transportó Andrés a su Lima natal, cuando jugaba al toro y su sueño era venir a España y convertirse en matador de toros con tan solo 14 años. Su padre le medía y le ponía a prueba para saber si realmente era eso lo que quería y si estaba dispuesto a dejarlo todo y para cumplir su sueño tenía claro que no volvería a Lima con su familia. Nos contó sus experiencias de esos años y lo mal que lo paso.

Ahora con el paso de los años su vida ha cambiado y los triunfos se miden por las tardes que está anunciado, un triunfo que se ha ganado a pulso, con su constancia y su duro trabajo.

Le decía David que el triunfo no ha sido suerte, sino que se lo ha ganado por su constancia y su buen hacer en los ruedos.

Ambos espadas han señalado a Huelva como una de las plazas donde se sienten más identificados, si bien David señalaba que Madrid se escucha unos olés que hacen crujir la plaza, en La Merced las palmas por Huelva te estremecen el alma.

Gracias a ambos por esta noche de encuentro, que como comentaba el propio moderador, será la primera de otras que están por llegar.

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